Título original: My Soul to Take. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director:
Wes Craven. Guionista: Wes Craven. Intérpretes: Max Thieriot, Emily Meade,
Denzel Whitaker, Frank Grillo, Zena Grey, Danai Gurira, John Magaro, Nick
Lashaway, Jeremy Chu, Jessica Hecht, Paulina Olszynski.
Fue un poco triste
comprobar que casi todo el mundo (tanto público como crítica especializada) coincidía
en catalogar este trabajo como el peor firmado por Craven. Pero más triste fue
confirmar por mí mismo lo irregular que puede llegar a ser este descafeinado (y
utilizo dicha palabra para no ser demasiado duro) slasher.
De todas maneras,
yo no me atrevería a aseverar con tanta gratuidad que Almas condenadas sea la peor cinta del director de Pesadilla
en Elm Street (A Nightmare on Elm Street) y Scream.
Tengo claro que es una de las más flojas, pero recordemos que su filmografía está
plagada tanto de aciertos (a las dos cintas nombradas sobre estas líneas me
remito) como de patinazos. ¿O es que ya nadie se acuerda de Un vampiro suelto en Brooklyn (Vampire
in Brooklyn)? Vale, ésa no era una película de terror, pero, ¿qué me dicen de
la terrible secuela de Las colinas
tienen ojos (The Hills Have Eyes)?
Pero volvamos a Almas condenadas. Volvamos y
remarquemos que la historia parecía (al menos a mí me lo parecía; al menos a
priori) interesante: un grupo de jóvenes, nacidos durante la misma noche que un
sanguinario psicópata (Raúl Esparza) era supuestamente abatido, comienzan a ser
brutalmente asesinados. Al menos es curiosa, ¿no? Pues bien, que nadie se
emocione, porque a pesar de ello, y de una introducción de lo más potente (tan
absurda y pasada de rosca que resulta entrañable), Almas condenadas acaba derivando en otro festival de tópicos sin
chincha; de esos a los que no hay quien les hinque el diente. El problema lo
encontramos, básicamente, en un guión (obra del propio Craven e inspiradísimo
por la figura del imperdible Kevin Williamson) que peca de repetitivo e
insulso. También de unos actores carentes, en su inmensa mayoría, de carisma. Es
una pena reconocerlo, pero Almas
condenadas parece filmada por cualquier director random y no por un maestro del género como fue Craven.
Lo mejor: Los primeros minutos y los créditos finales (absolutamente geniales).
Lo mejor: Los primeros minutos y los créditos finales (absolutamente geniales).
Lo peor: Todo en ella peca de
obvio y repetitivo. Además, es una cinta más bien aburrida
Puntuación: 3/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario