Título original: 27 Dresses. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género:
Comedia, Romance. Directora: Anne Fletcher. Guionista: Aline Brosh McKenna. Intérpretes: Katherine Heigl, Edward Burns, James Marsden, Malin
Akerman, Melora Hardin, Judy Greer, Brian Kerwin, Krysten Ritter.
27 vestidos es una aceptable
comedia romántica realizada a mayor gloria de Katherine Heigl, de plena
actualidad, al menos por aquel entonces, gracias a su papel en la teleserie Anatomía de Grey (Grey’s Anatomy). Aquí
interpreta a Jane: adicta a las bodas, romántica empedernida y enamorada en
secreto de su jefe, George (Edward Burns). Una joven cuyo mundo se viene abajo
cuando su hermana menor (Malin Akerman) comienza una relación con el susodicho
George; relación que pronto desemboca en compromiso matrimonial.
27 vestidos en una película sin
personalidad (la misma comienza, de manera más o menos divertida, con Jane
participando en dos bodas de manera simultánea para desembocar, a partir de ahí,
en otra comedia pre-fabricada a base de gags no demasiados inspirados y sí
repletos de clichés); una película que toma prestadas ideas de distintas (mil y
una) comedias románticas. Es más, incluso parece aspirar a convertirse en una
nueva versión (muchísimo menos inspirada) de la divertida (y mordaz) La boda de mi mejor amigo (My Best
Friend’s Wedding), momentos musicales incluidos. Cuesta creer que la guionista
sea la misma que adaptó El diablo viste
de Prada (The Devil Wears Prada) o que más recientemente haya creado y
guionizado (junto a la protagonista de la misma, Rachel Bloom) la teleserie Crazy Ex-Girlfriend.
Pero el guión no es
lo único que cojea en esta cinta. Tampoco están a la altura actores tan estáticos
como Edward Burns u otros tan poco carismáticos como buena parte de los
secundarios (menos mal que Krysten Ritter logró redimirse gracias a su papel
protagonista en la serie Jessica
Jones, donde interpreta a la muy peculiar superheroína del título).
Poco importa que sus interpretaciones (las de la mayoría de los actores
implicados) sean de lo más correctas (aunque algo es algo). Al menos tenemos
como cabeza de cartel a una actriz, Heigl, que se maneja con comodidad (y
comicidad) en el (sub)género. Su buen hacer logra que una película tan sosa
como la que ocupa se nos haga (al menos a mí se me hizo) algo más llevadera,
menos cuesta arriba.
Lo mejor: Katherine Heigl.
Lo peor: Un guión de lo más
acomodaticio (es como el Frankenstein de las comedias románticas) y que Heigl,
quizá por esa fama de difícil que la ha acompañado en los últimos tiempos (o
puede que por haberse ganado poderosas enemistades tras criticar, a veces con
bastante tino, todo sea dicho de paso, a algunos guionistas con los que ha
trabajado), no haya logrado hacerse un hueco en Hollywood como reina de la
comedia romántica (sobre todo si tenemos en cuenta sus dotes para el género,
mayores que los de buena parte de sus competidoras).
Puntuación: 5/10.
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