Título
original: Creepshow. Año:
1982. País: Estados Unidos. Género:
Terror, Comedia Negra. Director:
George A. Romero. Guionista: Stephen
King. Intérpretes:
Hal Holbrook, Adrienne Barbeau, Leslie Nielsen, Fritz Weaver, Viveca
Lindfors, Ed Harris, Ted Danson, E.G. Marshall, Stephen King, Tom
Savini.
George A. Romero (como
director) y Stephen King (como guionista e incluso actor) unieron
fuerzas para crear una de las películas más queridas por los
aficionados de la época. Una suerte de cómic en imágenes compuesto
por cinco historias (seis si se tiene en cuenta la que da inicio y
fin a la cinta) independientes pero con un denominador común: todas
se enmarcan dentro del género fantástico.
La historia se
inicia con el enfado de un niño (Joe King) cuyo cómic ha sido
tirado a la basura por su padre (Tom Atkins). Posteriormente veremos
regresar de entre los muertos a Nathan Grantham (Jon Lormer), un
hombre que fue asesinado y que reclama su pastel en el día del
padre, las terribles consecuencias que sobre un lugareño (Stephen
King) tiene la caída de un meteorito, la venganza de un hombre
(Leslie Nielsen) para con su mujer (Gaylen Ross) y el amante de ésta
(Ted Danson), cómo otro hombre (Hal Holbrook) trata de matar a su
insoportable mujer (Adrienne Barbeau) con la ayuda de un terrible
monstruo (cuyo parecido con el actor Ron Perlman es asombroso) o la
plaga que sufre un altivo tipo (E.G. Marshall) que odia la suciedad y
los bichos.
Creepshow sigue funcionado gracias al factor nostalgia, pero también por sus artesanales efectos especiales y de maquillaje (a cargo de Tom Savini, toda una institución) o por su interesante introducción a modo de cómic. Lástima que algunas tramas pequen de aburridas (la segunda) o anecdóticas (la primera) y que, aunque ofrece un buen par de sustos, sea más una comedia negra que una cinta de terror. Se podría decir que estamos ante una película de mejores intenciones que resultados; una película con aroma a videoclub (dicho como algo positivo); una película convertida en cinta de culto y que jugaba con varios ingredientes de lo más apetecibles (por mucho que la suma de ellos no siempre de como resultado un plato 100% recomendable).
Lo mejor: Los
capítulos más pesadillescos, como el protagonizado por Nielsen y
Danson o el de E.G. Marshall. El encanto (casi cercano al de cierta
Serie B) que destila la película.
Lo peor: La
irregularidad de buena parte de los sketches.
Puntuación: 6/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario