Título
original: Scream 4. Año:
2011. País: Estados Unidos. Género:
Terror. Director:
Wes Craven. Guionista: Kevin
Williamson. Intérpretes:
Neve Campbell, Courteney Cox, David Arquette, Emma Roberts, Hayden
Panettiere, Marley Shelton, Adam Brody, Rory Culkin, Nico Tortorella,
Britt Robertson, Alison Brie, Marielle Jaffe, Anthony Anderson, Mary
McDonnell, Kristen Bell, Anna Paquin, Britt Robertson, Aimee
Teegarden, Lucy Hale, Shenae Grimes.
Un reboot, palabra
que usan constantemente en la película, vendría a ser una especie
de reinicio, pero Scream 4 es más una secuela, o una vuelta
de tuerca a la saga, que eso. Ahora el asesino lo que pretende es
rememorar los macabros sucesos acontecidos en la primera parte,
mientras que nuestra heroína, Sidney (Neve Campbell), quien regresa
a Woodsboro para promocionar su exitoso libro de autoayuda, sólo
quiere empezar de nuevo. Pero eso es algo que, obviamente, no parece
tarea fácil, ya que al volver a su ciudad se encuentra con varios
amigos, Dewey (David Arquette, especialmente olvidable en esta
entrega) y Gale (Courteney Cox, quien cuenta con algún momentillo
para su particular lucimiento; chisme rosa: Cox y Arquette se
conocieron filmando la primera Scream,
se casaron en 1999, entre Scream
2 y Scream
3, y se separaron poco antes de rodar esta entrega),
pero también con un viejo conocido: ¡Ghostface!
Han pasado
once años (demasiado tiempo para los fans acérrimos como yo) desde
el estreno de Scream 3, la más floja de la trilogía inicial
(¡yo te maldigo, maldito Ehren Kruger!), pero la espera ha merecido
la pena. Y es que el resultado final es muy superior al ofrecido por
la mencionada tercera parte, estando casi (repito, CASI) al
mismo nivel que los dos primeros (y excelentes) trabajos que dieron
inicio a tan popular saga.
Scream 4 es un regreso a lo grande. El guión de Williamson recupera los guiños y homenajes que tanto se echaron en falta en la película anterior, las interpretaciones (atención a Hayden Panettiere, quien demuestra ser una insigne robaplanos), las cuales se mueven entre la seriedad (el caso más evidente lo encontramos en Neve Campbell) y el histrionismo casi paródico (Marley Shelton, en un papel que Lake Bell tuvo que rechazar debido a conflictos de agenda), son más que correctas, las muertes se acumulan sin control (hay muchas más que en cualquiera de las anteriores entregas) y su ritmo no da tregua y logra que su más de hora y media de duración sepa a poco. Sí, será que soy fan y quiero más. Y sí, Scream 4 parece realizada por y para fans de la franquicia. Cero problemas por mi parte. Nota: fue el último largometraje dirigido por Wes Craven, quien falleció, debido a un tumor cerebral, en agosto de 2015.
Lo mejor: La
escena inicial. Peca de larga y tramposa, pero es una jodida
maravilla. También la incorporación de actrices como Roberts
(American
Horror Story) o
Panettiere (Heroes).
Y sí, me flipa la cantidad de rostros catódicos con que cuenta esta
entrega. A saber: Anna Paquin (True Blood),
Kristen Bell (Veronica Mars),
Aimee Teegarden (Friday Night Lights)
o Lucy Hale y Shenae Grimes, protagonistas de Pequeñas
mentirosas (Pretty
Little Liars) y Sensación
de vivir: La nueva generación
(90210) respectivamente.
Lo peor: Un
clímax final un tanto interminable y los momentos más puramente
paródicos, protagonizados, en su inmensa mayoría, por Anthony
Anderson (Scary Movie 3,
Scary Movie 4) y
Marley Shelton (Planet
Terror).
Puntuación: 7,5/10.
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