Título original: The
Descendants. Año: 2011. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia. Director: Alexander Payne. Guionistas: Alexander Payne, Nat Faxon
y Jim Rash (adaptando la novela de Kaui Hart Hemmings). Intérpretes: George Clooney, Shailene Woodley, Beau
Bridges, Amara Miller, Nick Krause, Robert Forster, Judy Greer, Matthew
Lillard, Patricia Hastie.
Hace tiempo leí una noticia cuyo titular decía algo así como
que George Clooney era el rey de Hollywood. Y es verdad. El protagonista de la
no suficientemente valorada Up in the
Air sigue copando las listas de los hombres más sexys (y eso que compite
con otros mucho más jóvenes que él), su carrera como director no puede ser más
interesante (por mucho que Monuments Men
no haya obtenido tanto respaldo por parte de la crítica como sí obtuvieron
otros de sus trabajos) y con cada nueva actuación nos recuerda lo magnífico
actor que es.
En esta ocasión Clooney interpreta a un padre ausente que tiene que hacerse cargo de sus dos hijas, Alexandra (Shailene Woodley) y Scottie (Amara Miller), cuando su mujer (Patricia Hastie) sufre un accidente que la deja en coma. Al mismo tiempo también ha de resolver una importante venta de terrenos familiares que le trae de cabeza.
Los descendientes podría haber sido un drama familiar convencional. Afortunadamente Payne logra la perfecta combinación entre drama y comedia sin caer en falsos sentimentalismos. Además, todo sus actores están perfectos, sobre todo un George Clooney que, sin estridencias, realiza una interpretación que se merece todos y cada uno de los premios habidos y por haber. Puede que la trama peque de simplista o que tanto bombo recibido (en forma de premios y nominaciones) juegue en su contra, pero estamos ante un trabajo francamente recomendable.
En esta ocasión Clooney interpreta a un padre ausente que tiene que hacerse cargo de sus dos hijas, Alexandra (Shailene Woodley) y Scottie (Amara Miller), cuando su mujer (Patricia Hastie) sufre un accidente que la deja en coma. Al mismo tiempo también ha de resolver una importante venta de terrenos familiares que le trae de cabeza.
Los descendientes podría haber sido un drama familiar convencional. Afortunadamente Payne logra la perfecta combinación entre drama y comedia sin caer en falsos sentimentalismos. Además, todo sus actores están perfectos, sobre todo un George Clooney que, sin estridencias, realiza una interpretación que se merece todos y cada uno de los premios habidos y por haber. Puede que la trama peque de simplista o que tanto bombo recibido (en forma de premios y nominaciones) juegue en su contra, pero estamos ante un trabajo francamente recomendable.
Lo mejor: La
dulce unión Payne-Clooney.
Lo peor: Que más allá
de premios y nominaciones sea considerado un título menor.
Puntuación: 7/10.
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