Título original: Simple Men. Año:
1992. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia, Romance. Director: Hal Hartley. Guionista: Hal
Hartley. Intérpretes: Robert John
Burke, Bill Sage, Karen Sillas, Elina Löwensohn, Martin Donovan, John MacKay, Holly
Marie Combs.
Dos hermanos, Bill (Robert John Burke)
y Dennis (Bill Sage), inician un viaje en busca de su padre (John MacKay), una
antigua estrella del béisbol que se acaba de fugar de la cárcel. Por el camino
se toparán con un grupo de gente con tantas carencias y problemas como ellos,
como por ejemplo un par de misteriosas mujeres, Kate (Karen Sillas) y Elina
(Elina Löwensohn).
En Simple Men confluyen muchas de las obsesiones y paradigmas del cine de Hal Hartley, lo podemos comprobar echando un vistazo a sus personajes, entre los que encontramos a delincuentes, tipos que se suponen más peligrosos de lo que realmente son o gente desorientada y/o sin rumbo fijo. Entre el resto de cualidades de la película sobresalen los excelentes diálogos (a medio camino entre lo cómico y lo poético), el eficiente trabajo de Hartley como director y las notables interpretaciones de todo el plantel de actores. Me gustaría destacar la labor de Burke, así como la complicidad que se establece entre su personaje y el de Sillas.
Hay algo en Simple Men que me resulta especialmente atrayente. Puede que sean sus encantadores (a pesar de todo) personajes o un guión que me parece superior al de sus otras películas (sin desmerecerlas en absoluto). O tal vez sea por su divertida escena de baile. El caso es que estamos ante una película imprescindible, tanto para los amantes del trabajo de Hartley como para comprender el auge que vivió el cine independiente durante los 90.
En Simple Men confluyen muchas de las obsesiones y paradigmas del cine de Hal Hartley, lo podemos comprobar echando un vistazo a sus personajes, entre los que encontramos a delincuentes, tipos que se suponen más peligrosos de lo que realmente son o gente desorientada y/o sin rumbo fijo. Entre el resto de cualidades de la película sobresalen los excelentes diálogos (a medio camino entre lo cómico y lo poético), el eficiente trabajo de Hartley como director y las notables interpretaciones de todo el plantel de actores. Me gustaría destacar la labor de Burke, así como la complicidad que se establece entre su personaje y el de Sillas.
Hay algo en Simple Men que me resulta especialmente atrayente. Puede que sean sus encantadores (a pesar de todo) personajes o un guión que me parece superior al de sus otras películas (sin desmerecerlas en absoluto). O tal vez sea por su divertida escena de baile. El caso es que estamos ante una película imprescindible, tanto para los amantes del trabajo de Hartley como para comprender el auge que vivió el cine independiente durante los 90.
Lo mejor: El “momento baile”.
Lo peor: Para disfrutarla hay que ser fan o simpatizante del cine
del director.
Puntuación: 7/10.
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