El puente de los espías

Título original: Bridge of Spies. Año: 2015. País: Estados Unidos. Género: Drama, Intriga. Director: Steven Spielberg. Guionistas: Matt Charman, Ethan Coen y Joel Coen. Intérpretes: Tom Hanks, Mark Rylance, Amy Ryan, Alan Alda, Scott Shepherd, Billy Magnussen, Sebastian Koch, Michael Gaston, Peter McRobbie.

Pereza. La que me daba ver esta película. Pereza. La que me provoca Spielberg (por mucho que al final casi todos sus trabajos me acaben gustando entre bastante y mucho) cuando se pone demasiado serio. Pereza. Tener a Tom Hanks de protagonista. Y es que servidor no es demasiado fan del actor, por mucho que no me cueste reconocer su valía en trabajos como, por ejemplo, Náufrago (Cast Away), cinta en la que el actor de Forrest Gump y Big se lucía de lo lindo (¡y llevando todo el peso interpretativo de la misma!).

Ambientada en plena Guerra Fría, El puente de los espías tiene como protagonista a un abogado (Tom Hanks), odiado por gran parte de sus compatriotas tras haber defendido a un supuesto espía (Mark Rylance, Oscar a mejor actor de reparto; me veo en la obligación de discrepar, una vez más, con la academia, ya que mi favorito para dicho galardón era Mark Ruffalo por su labor en Spotlight), al que se le encomienda una compleja misión: un intercambio de rehenes.

La película de Spielberg obtuvo, además del ya mencionado Oscar para Rylance, otras cinco nominaciones, incluyendo las de mejor película y mejor guión original (en el que trabajaron los siempre alabados hermanos Coen). De ahí que, aunque en un principio no me llamase mucho la atención, no me quedara otra (como buen cinéfilo que me considero) que adentrarme en este nuevo trabajo del archifamoso director. Lo que me encontré fue una película rodada con ritmo (a pesar de su tono pausado y de su excesiva duración) que se beneficia del buen hacer de su reparto (por muy desperdiciados que están casi todos los secundarios) y de un acabado francamente impecable.

Lo mejor: El trabajo de fotografía del siempre imperdible Janusz Kaminski, colaborador habitual de Spielberg.

Lo peor: Se le acaba viendo demasiado el plumero.

Puntuación: 6,5/10.