Título original: Stop-Loss. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Drama, Bélico. Directora: Kimberly Peirce. Guionistas: Kimberly Peirce y Mark Richards. Intérpretes: Ryan Phillippe, Joseph
Gordon-Levitt, Channing Tatum, Rob Brown, Abbie Cornish, Terry Quay, Timothy
Olyphant, Ciarán Hinds, Alex Frost.
Kimberly Peirce
(acredita como Katherine Peirce, lo que me lleva a pensar que no quedó muy
contenta con el resultado final), directora de Boys
Don't Cry (la maravillosa, y dura, película que le consiguió un Oscar a
Hilary Swank), se rodea de un nutrido grupo de jóvenes intérpretes (algunos de
los más ascendentes, por distintas razones, de la época) para dar cuerpo a este
drama bélico sobre las secuelas que sufren unos chicos tras combatir en Iraq.
Ryan Phillippe, visto en cintas como Sé
lo que hicisteis el último verano (I Know What You Did Last Summer) o Nowhere,
es el (un tanto soso) protagonista principal e interpreta a un joven al que
obligan a volver a la guerra poco después de regresar a casa; algo que intenta
evitar huyendo con la ayuda de Michelle (Abbie Cornish, Sucker
Punch; nota rosa: el affair que mantuvo durante el rodaje con Phillippe, y que se tradujo en una relación de 3 años, dio al traste con el matrimonio de éste con Reese Witherspoon, madre de sus 2 hijos), la novia de su mejor amigo (Channing Tatum, protagonista, y
productor, de Magic Mike y Magic Mike XXL). El reparto lo
completan intérpretes como Timothy Olyphants (Santa
Clarita Diet) o un demacrado (exigencias de guión) Joseph Gordon-Levitt
(Brick, G.I. Joe, Looper).
Producida por el canal MTV (lo que
explica la ingente cantidad de canciones que desfilan ante nuestros oídos), Ausente es el particular “no a la
guerra” de Peirce. La directora intenta mostrar las consecuencias de una guerra
(o, mejor dicho, de haber participado en una) a través de rostros jóvenes (generación
MTV) que arrastran toda una retahíla
de problemas físicos y psicológicos. Las
intenciones son buenas, algunas escenas (como la que abre la cinta) brillantes
(otras, en cambio, resultan terriblemente inadecuadas; véase el gusto de Peirce
por el docudrama) y su descorazonador desenlace adecuado como broche a tan
dramática historia. Lástima que el resultado final (la película yerra en su
afán por retratar el sufrimiento derivado de una experiencia tan aterradora y
mísera; tampoco Phillippe logra que sintamos en primera persona la angustia y el
enfado de su personaje cuando es obligado a volver a semejante infierno) sea un
batiburrillo de ideas nada desdeñables pero mal hilvanadas y con cierto regusto
a fast food (empacha sin alimentar).
Lo mejor: Algunos de los actores
secundarios, como Channing Tatum o Joseph Gordon-Levitt.
Lo peor: Cierta falta de
entidad. Intenta abarcar demasiado sin profundizar, lo que resta (mucha;
demasiada) efectividad al conjunto.
Puntuación: 5/10.
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