Título original: Girls. Años: 2012-2017 (6 Temporadas). País: Estados Unidos. Género: Comedia, Drama, Romance. Creadora: Lena
Dunham. Intérpretes: Lena Dunham,
Allison Williams, Jemima Kirke, Zosia Mamet, Adam Driver, Alex Karpovsky, Andrew
Rannells, Ebon Moss-Bachrach, Gaby Hoffmann, Jake Lacy, Christopher Abbott,
Peter Scolari, Becky Ann Baker, Rita Wilson, Chris O’Dowd, John Cameron
Mitchell, Gilliam Jacobs, Jason Ritter, James Le Gros, Colin Quinn.
Producida por el omnipresente (y omnipotente) Judd Apatow, adalid de
la nueva comedia americana, suyas son películas como Virgen a los 40 (The 40 Year-Old Virgin) o Lío embarazoso (Knocked Up), Girls,
cuyo andadura televisiva finalizó el pasado 16 de abril tras seis temporadas,
venía a ser una especie de respuesta juvenil (clase media-baja) a otra popular
serie de la HBO: Sexo en Nueva York (Sex and the City).
Detrás de ella nos encontrábamos a Lena Dunham, creadora y protagonista
principal, quien, convirtiéndose en la voz de su generación (o eso le
gustaría/o a eso parece aspirar), dibuja un retrato cínico, procaz, lúcido e
insolente sobre la amistad femenina y sobre todo lo que tiene que ver con
encontrar tu sitio en la vida adulta.
Hija de un pintor y de una diseñadora y fotógrafa, Dunham comenzó a
destacar gracias a una pequeña película titulada Tiny Furniture, dirigida, escrita y protagonizada por ella, que
logró hacerse un hueco entre las nominadas a los Independence Spirit Awards, haciéndose
finalmente con el galardón a mejor guión novel. Era cuestión de tiempo que
alguien se fijase en ella. Y el elegido fue el ya nombrado Apatow. El resto,
como suele decirse, es historia. Historia de la televisión. Historia con nombre
breve y directo: Girls. En ella Dunham
interpreta a Hannah, una especie de líder bipolar, tan infantil como ególatra,
que sueña con ganarse la vida escribiendo. La acompañan, como principal apoyo
femenino, tres jóvenes actrices: la bellísima Allison Williams (cuyo escaso
currículum interpretativo incluía el haberse puesto en la piel de la mismísima
Kate Middleton en una miniserie) interpretando a su estirada (a veces decididamente
fría) amiga y compañera de piso, hasta que Elijah (Andrew Rannells, el que
fuera uno de los protagonistas The New Normal,
sitcom de corta duración producida
por Ryan Murphy sobre una pareja gay que contrata a una joven sin recursos como
madre de alquiler) ocupó su lugar; Zosia Mamet, vista en las series United States of Tara y Mad Men, como la introvertida Shoshanna
(protagonista de uno de mis episodios favorito: aquél que narra su nueva vida
en Japón); y Jemima Kirke, a la que Dunham había conocido durante el rodaje de Tiny Furniture, dando vida a Jessa, el
alma libre del grupo y prima de Shoshanna. El ascendente Adam Driver, el
villano de Star Wars: El despertar de la fuerza (Star Wars: The Force
Awakens), aparece como su particular interés amoroso (su historia de amor es
una de las más borderlines vistas
jamás en la pequeña pantalla).
Pero, ¿qué es lo que diferencia a Girls de otras producciones juveniles?
En principio su tono; su mezcla de comedia y drama la aleja de las típicas soap operas. También sus diálogos, o,
mejor dicho, la autenticidad (aunque a veces Dunham se pase de lista) que
rezuman, y su naturalidad a la hora de tratar temas aparentemente tabús (como,
claro, el sexo; es más, me atrevería a decir que la mayoría de desnudos que
protagoniza Dunham, y son muchos, tienen como máxima función la de provocar/provocarnos)
o de abordar lacras (véase, sin ir más lejos, uno que tiene lugar durante su
última temporada y que versa sobre el acoso sexual/abuso de poder) o todo tipo
de problemas (durante la segunda temporada Hannah se enfrenta al desorden
obsesivo compulsivo que sufre, trastorno que la propia Dunham reconoce haber
padecido; lástima que dicha trama, al igual que muchas otras, desapareciese al
poco como si nada). Que el punto de vista sea decididamente femenino o las
sinceras interpretaciones de sus actrices juegan a su favor. No tanto que
algunas subtramas se vuelvan rocambolescas (no al estilo Melrose Place, claro) o que su frescura a veces parezca más una
improvisación que otra cosa. Como si Dunham no supiese qué hacer con sus
personajes (con los que tengo un gran problema, ya que la mayoría me resultan, por
momentos, irritantes o directamente antipáticos) y con sus historias (quiere
contar tantas cosas que avanza de un tema a otro sin control; como una
apisonadora que no mira por dónde va o lo que destroza a su paso). Dicen que
fue idea suya el dar carpetazo a la serie tras seis años en antena y no creo
que el problema sea la falta de ideas. Personalmente (y a pesar de lo mucho que
la voy a añorar) no me parece mal. Mejor eso que alargarla hasta la
extenuación, ¿no?
Lo mejor: Su descaro, su tono
“realista” y su retrato de la amistad juvenil (femenina). Los diálogos. Que Dunham
SIEMPRE tenga algo que decir. Y sí, su excepcional/sobresaliente banda sonora (Robyn,
Fleet Foxes, MGMT, The Vaccines, Belle & Sebastian, Icona Pop, Best Coast,
La Roux, Black Lips, Azealia Banks, Passion Pit, Oasis, The Smiths, El perro
del mar, She & Him, Christine and the Queens).
Lo peor: Una trama que a veces
parece no avanzar y otras se va por los cerros de Úbeda (un poco lo que le
pasaba a Looking, especie de versión
gay que no terminó de cuajar a pesar de que no estaba nada mal). La cantidad de
historias que, inexplicablemente, se quedaron por el camino o no tuvieron
continuidad (desde luego no la que merecían). Y no nos olvidemos del
(excesivo/obsesivo) afán de protagonismo de su creadora.
Puntuación: 7/10.
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