Título original: District 9. Año: 2009. País: Sudáfrica. Género: Ciencia-Ficción, Drama. Director:
Neill Blomkamp. Guionistas: Neill
Blomkamp y Terri Tatchell. Intérpretes:
Sharlo Copley, David James, Jason Cope, Vanessa Haywood, Madla Gaduka, Kenneth
Nkosi, Eugene Khumbanyiwa, Louis Minnaar, William Allen Young.
Han pasado 20 años
desde que una nave apareciese en el cielo de Johannesburgo y sus tripulantes fuesen
rescatados para terminar siendo confinados en una especie de campo de
concentración (llamado, como la película, Distrito 9) en el que malviven junto
a diversos maleante y traficantes. Aun así, la sociedad considera que residen
demasiado "cerca" y se decide trasladarlos a otro lugar. Es por ello
que Wikus (Sharlto Copley), y varios compañeros y militares, los desahucian, lo
que se convertirá en una tarea más complicada de lo esperado, sobre todo a
partir de que el propio Wikus sea infectado por una extraña sustancia con
resultados ciertamente nefastos y que hará que vaya mutando, progresivamente,
en uno de dichos aliens…
Distrito 9, producida por Peter Jackson, director de la sobresaliente trilogía de El señor de los anillos (The Lord of the Rings), es una atípica película de ciencia-ficción; en parte gracias al guión que firman Neill Blomkamp (también director) y Terri Tatchell, el cual, durante su primer tercio, se gana a los críticos con su formato (falso) documental, y su crítica "encubierta" al problema de la inmigración, y a los fanáticos de la ciencia-ficción y la acción al contar con un devenir más propio de cualquier blockbuster palomitero de calidad (a partir de la infección del protagonista, sin ir más lejos). Y a todo ello hay que añadir el encomiable y estimulante trabajo de Blomkamp, quien demuestra una soltura impropia para un debutante (hasta entonces sólo había dirigido varios cortos; de hecho, Distrito 9, tras la cual llegarían trabajos tan poco estimulantes como Chappie, pero esa es otra historia, está basada en uno de dichos cortos: Alive in Joburg).
Se agradece la inclusión (sobre todo porque ayuda a otorgar realismo al conjunto) de un reparto repleto de (al menos para servidor) caras anónimas que, además, funcionan a las mil maravillas; especialmente Copley, quien sabe imprimir a su personaje el grado justo de heroísmo y patetismo, mostrándolo siempre cercano al espectador. Igualmente realistas resultan sus efectos especiales. Según he leído, Distrito 9 costó unos (ajustados) 30 millones de dólares (dato: en Estados Unidos acabó recaudando más de 115 millones), un presupuesto ciertamente reducido si tenemos en cuenta los notables efectos de los que hace gala, entre ellos el diseño de los extraterrestres, de apariencia similar a unos insectos (gigantes) que, lejos de aterrarnos, protagonizan algunas de las escenas más emotivas vistas jamás en el género (véase la relación entre uno de dichos extraterrestres y su hijo). En definitiva, Distrito 9 es una vuelta de tuerca, cercana al drama y no exenta de crítica social, al cine de ciencia-ficción (e incluso acción) y una (muy) interesante película que nos habla de sentimientos comunes con rotundidad, emotividad e inteligencia.
Distrito 9, producida por Peter Jackson, director de la sobresaliente trilogía de El señor de los anillos (The Lord of the Rings), es una atípica película de ciencia-ficción; en parte gracias al guión que firman Neill Blomkamp (también director) y Terri Tatchell, el cual, durante su primer tercio, se gana a los críticos con su formato (falso) documental, y su crítica "encubierta" al problema de la inmigración, y a los fanáticos de la ciencia-ficción y la acción al contar con un devenir más propio de cualquier blockbuster palomitero de calidad (a partir de la infección del protagonista, sin ir más lejos). Y a todo ello hay que añadir el encomiable y estimulante trabajo de Blomkamp, quien demuestra una soltura impropia para un debutante (hasta entonces sólo había dirigido varios cortos; de hecho, Distrito 9, tras la cual llegarían trabajos tan poco estimulantes como Chappie, pero esa es otra historia, está basada en uno de dichos cortos: Alive in Joburg).
Se agradece la inclusión (sobre todo porque ayuda a otorgar realismo al conjunto) de un reparto repleto de (al menos para servidor) caras anónimas que, además, funcionan a las mil maravillas; especialmente Copley, quien sabe imprimir a su personaje el grado justo de heroísmo y patetismo, mostrándolo siempre cercano al espectador. Igualmente realistas resultan sus efectos especiales. Según he leído, Distrito 9 costó unos (ajustados) 30 millones de dólares (dato: en Estados Unidos acabó recaudando más de 115 millones), un presupuesto ciertamente reducido si tenemos en cuenta los notables efectos de los que hace gala, entre ellos el diseño de los extraterrestres, de apariencia similar a unos insectos (gigantes) que, lejos de aterrarnos, protagonizan algunas de las escenas más emotivas vistas jamás en el género (véase la relación entre uno de dichos extraterrestres y su hijo). En definitiva, Distrito 9 es una vuelta de tuerca, cercana al drama y no exenta de crítica social, al cine de ciencia-ficción (e incluso acción) y una (muy) interesante película que nos habla de sentimientos comunes con rotundidad, emotividad e inteligencia.
Lo mejor: Su estilo narrativo,
su tono y un desenlace terriblemente emotivo y demoledor.
Lo peor: Que, excepto casos
excepcionales como el que nos ocupa (Distrito
9 acumuló, por ejemplo, 4 nominaciones a los Oscar: mejor película, guión
adaptado, montaje y efectos visuales), las cintas de género rara vez obtengan el
reconocimiento que se merecen en forma de premios y/o nominaciones.
Puntuación: 7,5/10.
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