sábado, 28 de octubre de 2017

La guerra de los mundos

Título original: War of the Worlds. Año: 2005 País: Estados Unidos. Género: Ciencia-Ficción. Director: Steven Spielberg. Guionistas: David Koepp y Josh Friedman (adaptando la novela de H.G. Wells). Intérpretes: Tom Cruise, Dakota Fanning, Justin Chatwin, Tim Robbins, Miranda Otto, David Harbour, Ann Robinson, Ty Simpkins, Rick Gonzalez, Lenny Venito, Lisa Ann Walter.

30 de octubre de 1938. Orson Welles revoluciona el mundo de las ondas narrando una invasión alienígena que los oyentes (o por lo menos aquellos que no sintonizaron el programa desde el principio) toman como auténtica. Lo que en realidad estaba haciendo el realizador era transmitir, en forma de noticiero, la novela La guerra de los mundos, del escritor británico H.G. Wells. Novela que conoció, en el año 2005, su enésima adaptación, pero esta vez de manos de uno de los directores más reconocibles de los últimos tiempos, Steven Spielberg, indudable amante del género, y con uno de los actores más taquilleros de su generación al frente del reparto: Tom Cruise.


Cruise (que obtuvo por su trabajo en esta película una nada gloriosa nominación a los Razzie en la categoría de peor actor protagonista; y sí, la mayoría de personajes resultan, en mayor o menor medida, un tanto abofeteables) interpreta a un padre de familia que, junto a sus dos hijos, Robbie (Justin Chatwin) y Rachel (Dakota Fanning), se ve obligado a huir de su hogar huyendo de lo que parece ser una cruenta invasión alienígena. Miranda Otto, como ex de nuestro protagonista, y Tim Robbins, como un hombre que ha perdido, por culpa de los alienígenas, a su familia, completan el reparto.


La guerra de los mundos no será incluida entre las grandes obras de su director, ni tampoco ocupará un lugar de peso dentro del género, pero es una cinta ideal para pasar el rato sin tener la sensación de estafa a la que nos tienen (mal) acostumbrados las superproducciones veraniegas de acción y/o ciencia-ficción. Sí, es verdad que la historia está muy vista; por eso lo más interesante de esta producción radica en el trabajo de su director (Spielberg es un experto en la materia y se nota) y en su excelente apartado técnico (brillan, por encima de todo, sus sobresalientes efectos especiales; no en vano su presupuesto superó los… ¡130 millones de dólares!). A destacar algunas escenas de lo más memorables (la acción, desde su estupendo arranque, va in crescendo). Incluso le perdono su abrupto desenlace, su tufillo patriótico o ciertos pasajes un tanto lacrimógenos/empalagosos (marca de la casa).

Lo mejor: Su ritmo constante y todo el apartado técnico.

Lo peor: Resulta relativamente fácil catalogarlo de trabajo menor.

Puntuación: 6/10.

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