Título original: War of the
Worlds. Año: 2005 País: Estados Unidos. Género: Ciencia-Ficción. Director: Steven Spielberg. Guionistas: David Koepp y Josh Friedman
(adaptando la novela de H.G. Wells). Intérpretes: Tom Cruise, Dakota Fanning, Justin
Chatwin, Tim Robbins, Miranda Otto, David Harbour, Ann Robinson, Ty Simpkins,
Rick Gonzalez, Lenny Venito, Lisa Ann Walter.
30 de octubre de
1938. Orson Welles revoluciona el mundo de las ondas narrando una invasión
alienígena que los oyentes (o por lo menos aquellos que no sintonizaron el
programa desde el principio) toman como auténtica. Lo que en realidad estaba
haciendo el realizador era transmitir, en forma de noticiero, la novela La guerra de los mundos, del escritor
británico H.G. Wells. Novela que conoció, en el año 2005, su enésima
adaptación, pero esta vez de manos de uno de los directores más reconocibles de
los últimos tiempos, Steven Spielberg, indudable amante del género, y con uno
de los actores más taquilleros de su generación al frente del reparto: Tom
Cruise.
Cruise (que obtuvo por su trabajo en esta película una nada gloriosa nominación a los Razzie en la categoría de peor actor protagonista; y sí, la mayoría de personajes resultan, en mayor o menor medida, un tanto abofeteables) interpreta a un padre de familia que, junto a sus dos hijos, Robbie (Justin Chatwin) y Rachel (Dakota Fanning), se ve obligado a huir de su hogar huyendo de lo que parece ser una cruenta invasión alienígena. Miranda Otto, como ex de nuestro protagonista, y Tim Robbins, como un hombre que ha perdido, por culpa de los alienígenas, a su familia, completan el reparto.
La guerra de los mundos no será incluida entre las grandes obras de su director, ni tampoco ocupará un lugar de peso dentro del género, pero es una cinta ideal para pasar el rato sin tener la sensación de estafa a la que nos tienen (mal) acostumbrados las superproducciones veraniegas de acción y/o ciencia-ficción. Sí, es verdad que la historia está muy vista; por eso lo más interesante de esta producción radica en el trabajo de su director (Spielberg es un experto en la materia y se nota) y en su excelente apartado técnico (brillan, por encima de todo, sus sobresalientes efectos especiales; no en vano su presupuesto superó los… ¡130 millones de dólares!). A destacar algunas escenas de lo más memorables (la acción, desde su estupendo arranque, va in crescendo). Incluso le perdono su abrupto desenlace, su tufillo patriótico o ciertos pasajes un tanto lacrimógenos/empalagosos (marca de la casa).
Lo mejor: Su ritmo constante y todo
el apartado técnico.
Lo peor: Resulta relativamente
fácil catalogarlo de trabajo menor.
Puntuación: 6/10.
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