Título original: The Honey Bunny.
Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Director:
Fred Wolf. Guionistas: Kirsten Smith
y Karen McCullah Lutz. Intérpretes: Anna
Faris, Emma Stone, Kat Dennings, Colin Hanks, Rumer Willis, Beverly D’Angelo,
Sarah Wright, Katharine McPhee, Kiely Williams, Sarah Wright, Monet Mazur, Dana
Goodman, Christopher McDonald, Hugh M. Hefner, Holly Madison, Kendra Wilkinson.
Una conejita en el campus es una
película que no engaña a nadie. Si decides verla ya sabes que vas a presenciar
todos los tópicos y clichés habidos y por haber. Eso sí, se agradece que evite,
en la medida de lo posible (algo se le acaba escapando, pero se lo podemos
medio perdonar), el humor escatológico (¡ojo!, chistes de tetas hay para dar y
regalar).
La cinta gira en torno
a una conejita de Playboy, Shelley (Faris, claro), que es expulsada de la famosa
mansión propiedad de Hugh Hefner (quien aparece en forma de cameo) tras cumplir
años. Buscando un nuevo hogar se topa que una hermandad al borde del cierre. Hermandad
en la que se integra con la intención de transformar a sus compañeras, de
patitos feos (tenemos hasta una especie de versión femenina del jorobado de
Notre Dame; todo muy fino, sí) a cisnes, y plantar cara a las pijas, y
malvadas, integrantes de una hermandad rival, llamando de paso la atención de
otras estudiantes para que éstas decidan apuntarse a la suya (y salvarla del inminente
cese, claro). Shelley, por su parte, será ayudada en su afán por llamar la atención
de Oliver (Colin Hanks, hijo de los actores Tom Hanks y Rita Wilson). Pero
volvamos a la hermandad, aunque sólo sea para nombrar a algunas de las actrices
que pertenecen a la misma, como Kat Dennings, la que fuera protagonista de la sitcom Dos chicas sin blanca (2 Broke Girls), da vida a una especie de emo
adicta a los piercings; Rumer Willis, hija de Bruce Willis y Demi Moore, luce
un monstruoso arnés metálico del que no quiere desprenderse; o Emma Stone, una
de las grandes estrellas del Hollywood actual y ganadora de un Oscar, en la
categoría de mejor actriz protagonista, por la maravillosa La
La Land (aka La ciudad de las estrellas), quien interpreta
a una joven tímida que no sabe sacarse partido (sic).
Como decía al
principio, Una conejita en el campus
es lo que es (y no lo oculta): una inofensiva comedia repleta de humor
tontorrón y un poco picante. Tampoco hace falta ser un lince para adivinar su
previsible (y sí, lleno de moralina) desenlace. No es algo que esté echándole
en cara, es sólo algo que hago constar como valor tanto a su favor (nadie puede
culparla de ser algo distinto a lo que nos vendieron en las distintas promos)
como en su contra (no existe el factor sorpresa, no hay humor inteligente en
ella, sufre de edulcorada durante su último tramo). Pero la cuestión: ¿estamos
ante una buena película? Y la respuesta no puede ser más clara: de ninguna
manera. ¿Sirve al menos para pasar el rato? Sí, siempre y cuando el espectador
no sea nada exigente. Y sí, Faris se maneja como pez en el agua en este tipo de
comedias.
Lo mejor: Anna Faris, una actriz
experta en el género.
Lo peor: Es tan fácil de ver como
de olvidar. Y sí, es una película que peca de (demasiado) blanda a pesar de sus
continuas referencias sexuales.
Puntuación: 4/10.
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