miércoles, 22 de agosto de 2018

Una conejita en el campus

Título original: The Honey Bunny. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Director: Fred Wolf. Guionistas: Kirsten Smith y Karen McCullah Lutz. Intérpretes: Anna Faris, Emma Stone, Kat Dennings, Colin Hanks, Rumer Willis, Beverly D’Angelo, Sarah Wright, Katharine McPhee, Kiely Williams, Sarah Wright, Monet Mazur, Dana Goodman, Christopher McDonald, Hugh M. Hefner, Holly Madison, Kendra Wilkinson.

Una conejita en el campus es una película que no engaña a nadie. Si decides verla ya sabes que vas a presenciar todos los tópicos y clichés habidos y por haber. Eso sí, se agradece que evite, en la medida de lo posible (algo se le acaba escapando, pero se lo podemos medio perdonar), el humor escatológico (¡ojo!, chistes de tetas hay para dar y regalar).

 
La cinta gira en torno a una conejita de Playboy, Shelley (Faris, claro), que es expulsada de la famosa mansión propiedad de Hugh Hefner (quien aparece en forma de cameo) tras cumplir años. Buscando un nuevo hogar se topa que una hermandad al borde del cierre. Hermandad en la que se integra con la intención de transformar a sus compañeras, de patitos feos (tenemos hasta una especie de versión femenina del jorobado de Notre Dame; todo muy fino, sí) a cisnes, y plantar cara a las pijas, y malvadas, integrantes de una hermandad rival, llamando de paso la atención de otras estudiantes para que éstas decidan apuntarse a la suya (y salvarla del inminente cese, claro). Shelley, por su parte, será ayudada en su afán por llamar la atención de Oliver (Colin Hanks, hijo de los actores Tom Hanks y Rita Wilson). Pero volvamos a la hermandad, aunque sólo sea para nombrar a algunas de las actrices que pertenecen a la misma, como Kat Dennings, la que fuera protagonista de la sitcom Dos chicas sin blanca (2 Broke Girls), da vida a una especie de emo adicta a los piercings; Rumer Willis, hija de Bruce Willis y Demi Moore, luce un monstruoso arnés metálico del que no quiere desprenderse; o Emma Stone, una de las grandes estrellas del Hollywood actual y ganadora de un Oscar, en la categoría de mejor actriz protagonista, por la maravillosa La La Land (aka La ciudad de las estrellas), quien interpreta a una joven tímida que no sabe sacarse partido (sic).

 
Como decía al principio, Una conejita en el campus es lo que es (y no lo oculta): una inofensiva comedia repleta de humor tontorrón y un poco picante. Tampoco hace falta ser un lince para adivinar su previsible (y sí, lleno de moralina) desenlace. No es algo que esté echándole en cara, es sólo algo que hago constar como valor tanto a su favor (nadie puede culparla de ser algo distinto a lo que nos vendieron en las distintas promos) como en su contra (no existe el factor sorpresa, no hay humor inteligente en ella, sufre de edulcorada durante su último tramo). Pero la cuestión: ¿estamos ante una buena película? Y la respuesta no puede ser más clara: de ninguna manera. ¿Sirve al menos para pasar el rato? Sí, siempre y cuando el espectador no sea nada exigente. Y sí, Faris se maneja como pez en el agua en este tipo de comedias.

Lo mejor: Anna Faris, una actriz experta en el género.

Lo peor: Es tan fácil de ver como de olvidar. Y sí, es una película que peca de (demasiado) blanda a pesar de sus continuas referencias sexuales.

Puntuación: 4/10.

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