Título original: The Invention of Lying. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Directores: Ricky Gervais y
Matthew Robinson. Guionistas: Ricky
Gervais y Matthew Robinson. Intérpretes: Ricky Gervais, Jennifer Garner, Rob
Lowe, Jonah Hill, Jeffrey Tambor, Louis C.K., Tina Fey, Jason Bateman, Fionnula
Flanagan, Patrick Stewart, Martin Starr, Christopher Guest, Edward Norton,
Philip Seymour Hoffman.
¿Qué sucedería en
un mundo en el que la mentira no existe? Con tan interesante punto de partida
arranca esta comedia protagonizada y co-dirigida (fue su debut en la dirección
de largometrajes) por Ricky Gervais (popular gracias a series como The Office, la original, la inglesa, o Extras). El cómico interpreta a Mark,
un tipo bonachón pero con mala suerte. Ya al principio vemos cómo es rechazado
por su aspecto, despedido y casi desahuciado. Pero su suerte cambia tras soltar
la primera mentira de la historia… Jennifer Garner, interpretando a su interés
romántico (aunque ella le deja claro desde un primer momento que no lo
encuentra nada atractivo), Louis C.K., en el papel de mejor amigo, o Rob Lowe,
como su principal rival, en el terreno amoroso, son algunos de los nombres propios
que completan el reparto de esta comedia.
Increíble pero falso comienza de
manera incisiva, pero va mutando de tono (a otro más ñoño y bienintencionado)
conforme avanza la trama (la película tiene como fin mostrarnos el camino que ha
de seguir Mark para convertirse en mejor persona). Sí, el inicio no puede ser
más prometedor. Lástima que no tarde en perderse por caminos ya trillados
dentro de la comedia contemporánea más naíf (todo lo contrario a lo que hacía
predecir su sinopsis o sus primeros minutos). Tampoco ayuda un trabajo de
dirección tan aburrido como aséptico (poco riesgo y mucho plano corto y medio)
o unos actores que, eso sí, cumplen con dignidad su cometido. Pero la sensación
que nos queda tras haberla visto es la de estar ante una cinta que podía haber
sido una gran comedia. Su primera mitad así nos lo hacía sospechar. Por
desgracia, queda lastrada por una segunda parte decididamente convencional y,
por lo tanto, mucho más desechable.
Lo mejor: Un reparto cumplidor (y repleto de rostros conocidos),
que nunca caiga en el humor zafio (y sí en el crítico) y que buena parte de sus
dardos envenenados tengan como objetivo principal el mal uso de la religión.
Lo peor: El, no demasiado
agradable, personaje de Garner (tonto y superficial) y una historia que pierde
fuelle conforme se va desarrollando.
Puntuación: 4/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario