S. Darko

Título original: S. Darko: A Donnie Darko Tale. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Drama, Ciencia-Ficción. Director: Chris Fisher. Guionista: Nathan Atkins. Intérpretes: Daveigh Chase, Briana Evigan, Jackson Rathbone, Ed Westwick, Elizabeth Berkley, Matthew Davis, James Lafferty, Zulay Henao.

Decidí ver esta inesperada secuela aun sabiendo que lo que tenía delante era un producto menor, o mediocre (más bien mediocre), según la mayoría. Ya de primeras Donnie Darko dejó la trama lo suficientemente bien hilvanada como para que cualquier secuela fuese innecesaria. Además, aunque se haya convertido en una película de culto, lo cierto es que nunca fue considerada un bombazo, por lo menos no en términos económicos, lo que hace más extraño la aparición de esta tardía continuación. 

La historia se centra en Sam Darko (Daveigh Chase) y su amiga Corey (Briana Evigan). Ambas han escapado de casa, pero, tras una avería, se quedan en medio de ninguna parte. En medio de ninguna parte pero cerca de un pequeño y misterioso pueblo (sic). Allí conocerán a un grupúsculo de esperpénticos personajes al mismo tiempo que las pesadillas de Sam van en aumento. Daveigh Chase, protagonista principal, es la única actriz de la película original que repite. La joven se ve arropada (es un decir) por actores como Ed Westwick o James Lafferty, populares por las series juveniles Gossip Girl y One Tree Hill respectivamente. Y sí, también participa Elizabeth Berkley (Showgirls), pero casi mejor que no lo hubiese hecho...

El principal error de la película es su descaro a la hora de imitar a su predecesora, tanto en el tono como en el apartado visual. Aquí nos topamos con un director que se excede en el uso del ralentí y de la cámara rápida, del mismo modo que las escenas oníricas (las pesadillas de Sam) resultan ciertamente cutres. Algo parecido ocurre con el guión, el cual coge los temas tratados en Donnie Darko (viajes en el tiempo, personajes extraños, el siniestro conejo…), los mezcla, como si de una batidora se tratara, y los regurgita formando con ellos un sinsentido falto de gracia (¡casi paródico!). Y es que ya se sabe, si el guión falla poco se puede hacer. En fin, sólo me queda señalar que estamos ante una película que no recomendaría ni a los muy fans de la fantástica cinta original.

Lo mejor: Que sirva para recordarnos (y valorar todavía más) lo magnífica que es Donnie Darko.

Lo peor: ¿Era necesaria? Es un desastre mayúsculo que parece escupir sobre el título protagonizado por Jake Gyllenhaal.

Puntuación: 2/10.