martes, 2 de junio de 2020

The Affair (Serie TV)

Título original: The Affair. Años: 2014-2019 (5 Temporadas). País: Estados Unidos. Género: Drama, Intriga, Romance. Creadores: Hagai Levi y Sarah Treem. Intérpretes: Dominic West, Ruth Wilson, Maura Tierney, Joshua Jackson, Julia Goldani Telles, Catalina Sandino Moreno, Omar Metwally, Jake Siciliano, Kathleen Chalfant, Josh Stamberg, Mare Winningham, Danny Fischer, Emily Browning, Anna Paquin, Irène Jacob, Claes Bang, Brendan Fraser, Jennifer Esposito, Jennifer Jason Leigh, Michael Gross, Tim Matheson, Dina Meyer.

The Affair se presentaba, tras su estreno en 2014, como una de esas propuestas adultas e inteligentes destinadas a llevarse un buen puñado de premios. Y en verdad obtuvo varios de ellos, como, por ejemplo, tres Globos de Oro: mejor serie y actriz (Wilson) en 2015 y mejor actriz de reparto (Tierney, de seguro lo mejor, a largo plazo, de la serie; y no sólo porque el suyo sea el personaje más coherente, no siempre para bien, o que mejor ha evolucionado) en 2016. También es cierto que este drama erótico-festivo no tardó en perderse. La culpa: esas historias e intrigas rocambolescas que llevaban a sus principales protagonistas (y a nosotros con ellos) al precipicio (véase la tercera temporada y todo lo que tiene que ver con el personaje de un mal recuperado Brendan Fraser) o, en el mejor de los casos, a ninguna parte (tercera y cuarta temporadas).


El título de la misma nos dejaba bien claro de qué iba. Así, teníamos a un atractivo escritor (Dominic West, en un papel que le va como anillo al dedo) con bloqueo creativo, casado, con la servicial Helen (Maura Tierney), y con cuatro (insufribles, sobre todo al principio) hijos que mantiene una relación extramatrimonial con Alison (Ruth Wilson), una mujer que no se ha recuperado de cierta tragedia (no, no voy a desvelarla, por mucho que la serie no tarde en hacerlo) y cuya pareja (Joshua Jackson, intentado alejarse de los papeles juveniles que le hicieron un rostro popular a finales de los 90) tiene una familia sumida en negocios aparentemente turbios... Pero lo que hizo que esta The Affair se diferenciase de otros dramas sentimentales (picantes e intrigantes) es que nos mostraba lo ocurrido desde varios puntos de vista (y sí, hay diferencias considerables entre lo narrado por uno u otro personaje). Nota: aparte de la conflictiva familia del personaje de Jackson, también juega un papel esencial la de Helen, tan adinerada como influyente.


Durante las primeras temporadas fuimos testigos de las consecuencias que la relación extramarital, con la que prácticamente se iniciaba la serie, tenía para con sus principales implicados (enfocando primero la acción en el prisma de los adulteros; ampliándolo posteriormente y ampliando, valga la redundancia, de paso las posibilidades de esta The Affair). Ello vendría a ser la parte más enfocada hacia el drama de la serie; la intriga consistía en averiguar quién había matado a Laura Palmer cierto personaje (personaje que, claro, tampoco voy a desvelar). ¿Y después? Pues llegaron mil y un giros de guión que no nos llevaban a ninguna parte y que llevaron a que la serie fuese perdiendo “credibilidad”. Poco importaba que las interpretaciones, siempre con Tierney (sí, lo voy a ir señalando una y otra vez porque creo que su trabajo es, y con diferencia, el mejor) a la cabeza, elevasen el material; material que iba poco a poco dando tumbos, como si de un boxeador al que han noqueado gravemente se tratara. Es más, ¡apenas recuerdo la participación de intérpretes como Jennifer Esposito o Irène Jacob! ¡Y no porque no les ponga cara, precisamente! ¡Porque no dejaron huella! Como tampoco la dejaron buena parte de los secundarios. Y la culpa no era de sus actuaciones; era de los guionistas. La marcha de dos de los protagonistas (se llegó a señalar que el ambiente era hostil en el set y que se presionaba a los actores para que aceptasen escenas de desnudos; escenas de las que a andado bien servida la serie) terminó por complicar todavía más las cosas y nos llevó hasta una última temporada un tanto extraña (y que incluye una narración desde el futuro con Anna Paquin de "protagonista"; y digo lo de "protagonista" porque su participación en algunos capítulos es casi anecdótica) y cuyo tono difería del ofrecido hasta por The Affair hasta ese momento. Tampoco tu desenlace casa con lo vivido a lo largo de sus cinco temporadas. Poca coherencia, desde luego.

Lo mejor: Sus dos primeras temporadas. Lo interesante de su propuesta. Es decir, narrarnos una misma historia a través de distintos ojos. De su reparto destaca, muy por encima del resto, una notable Tierney.

Lo peor: Que no tardase en ir, narrativamente hablando, como pollo sin cabeza. Eso y que lo que daba sentido, al menos en principio, a la misma (la obsesión que los hombres sienten por el personaje de Wilson) no me entrase nunca en la cabeza (nunca llegué a entender qué veían en ella; nunca llegué a comprender dicha atracción).

Puntuación: 6,5/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario