Título
original: Orange is the New Black.
Años: 2013-2019 (7 Temporadas). País: Estados
Unidos. Género:
Comedia, Drama. Creadora:
Jenji Kohan. Intérpretes:
Taylor Schilling, Kate Mulgrew, Uzo Aduba, Danielle Brooks, Dasha
Polanco, Selenis Leyva, Nick Sandow, Yael Stone, Laura Prepon, Jackie
Cruz, Diane Guerrero, Taryn Manning, Natasha Lyonne, Adrienne C.
Moore, Jessica Pimentel, Elizabeth Rodriguez, Laura Gómez, Michael
Harney, Matt Peters, Lea DeLaria, Dale Soules, Samira Wiley,
Constance Shulman, Laverne Cox, Kimiko Glenn, Lori Petty, Matt
McGorry, Hunter Emery, Jason Biggs, Ruby Rose, Alicia Witt, Mary
Steenburgen, Mackenzie Phillips.
Dos
apuntes y una nota antes de entrar en faena. 1) Orange
is the New Black se convirtió, tras su
estreno, en uno de las series más populares de la plataforma
Netflix;
en uno de sus buques insígnia. 2) No, Orange
is the New Black no se presentó como
la respuesta femenina a Oz,
el durísimo (¡muy durísimo!) drama carcelario (y nunca
suficientemente valorado, por mucho que se desquiciase un tanto
durante su devenir) de la también todopoderosa HBO.
Nota: curiosamente, Orange is the New
Black se emitió aquí, en España,
primero por Movistar
+, ya que
llegó antes que la susodicha Netflix.
Basada,
al menos originalmente, en la autobiografía de Piper Kerman
(interpretada por Taylor Schilling, nominada hasta en dos ocasiones
al Globo de Oro, y una al Emmy, por su trabajo aquí), quien pasó un
año en la cárcel acusada de tráfico de drogas, Orange
is the New Black brillaba gracias a su
casting multicultural, intergeneracional y diverso (es una alegría
encontrarse con una producción capaz de ofrecer papales jugosos a
actrices; y más a actrices que se alejan de los cánones del cine en
general y de Hollywood en particular). Así, y a lo largo de sus
siete temporadas, conoceremos a personajes (lo siento, sólo voy a
nombrar a unos pocos; el reparto es extensísimo) como los de Galina,
(Kate Mulgrew, nominada, en el 2014, al Emmy), también conocida como "Red", acusada de trabajar con la mafia rusa y suerte de sargento
a quien nadie tose dentro de la cárcel; Nicky (Natasha Lyonne, vista
en varias entrega de American Pie),
drogodependiente, lesbiana y que es como una hija para "Red";
Suzanne (Uzo Aduba, ganadora de dos premios Emmy gracias a la serie),
aka "Ojos
Locos" y sus problemas psicológicos; una redneck,
Doggett (Taryn Manning), que no tarda en hallar en Piper a una gran
enemiga (y que acabará siendo uno de los personajes que más
evoluciona a lo largo de la serie aunque nunca fuese, ni remotamente,
de mis favoritos); Gloria (Selenis Leyva), latina que acaba
ocupándose de la cocina y que ejerce de madre para buena parte de
las reclusas; Sophia (Laverne Cox, nominada, hasta en tres ocasiones,
al Emmy), transexual que se encarga de gestionar la peluquería; o
Alex (Laura Prepon), ex-amante de nuestra protagonista y la persona
culpable de que ésta acabe entre rejas. En el otro lado también
tenemos a otro buen puñado de personajes; personajes capitaneados
por Joe Caputo (Nick Sandow), principal dirigente de la carcel. Y,
además, por Orange is the New Black
también pasaron otros personajes con más pena que gloria, como, por
ejemplo, Larry (Jason Biggs, protagonista masculino de la mencionada
saga American Pie),
pareja de Piper.
Orange is the New
Black se mereció a pulso su notoriedad o el haberse convertido
en uno de los títulos imperdibles de la plataforma. A su favor contó
con, como decía un poco más arriba, un reparto coral (lo que
provocaba que en cada episodio se nos fuese narrando presente y
pasado de buena parte de las reclusas de la cárcel en la que se
desarrollaba el grueso de la acción, ofreciéndonos de paso una
retahíla de historias de toda índole, lo que otorgaba a la serie
una dinámica francamente interesante y evitaba caer en el
aburrimiento, por mucho que, claro, algunas historias fuesen mucho
más atractivas, a nivel narrativo, que otras; todas nos ofrecieron
algo, también hay que dejarlo claro) y con una mas que estimulante
mezcla de géneros (se agradecía, al menos yo lo hacía, que
generalmente se decantase por la comedia). He de reconocer que su
primer episodio no me gustó nada o que sus últimas temporadas no
estaban a la altura (por mucho que la última, la cuál se centraba
básicamente en mostrarnos como algunos de nuestros personajes se
enfrentan a la vida en libertad o han de hacer frente a las terribles
políticas migratorias estadounidenses, levantaba, y muy bien, el
vuelo), pero no menos cierto resulta que estamos ante una de las
series que afianzo a la popular plataforma y que dio visibilidad a un
buen puñado de actrices que conseguían mimetizarse (y que nos
encariñásemos; con unos más que con otros, claro) con sus
personajes (y no, no era fácil).
Lo mejor:
Un reparto coral (lo que nos ofrece multitud de historias de toda
índole y evita que la serie caiga, en buena medida, en el
aburrimiento o la rutina) ecléctico y muy bien seleccionado. Su muy
equilibrada mezcla de comedia y drama, por mucho que, agradablemente,
prime lo primero. También cómo consiguen que nos encariñemos con
unos personajes con muchos claroscuros. Y no me gustaría terminar
sin señalar a mi tándem favorito, el formado por las latinas
Maritza (Diane Guerrero) y "Flaca" (Jackie Cruz) y su envidiable
(a pesar de todo que estamos ante un "drama" carcelario)
comicidad.
Lo peor: Entre
la cuarta y la sexta temporada fue perdiendo el rumbo con historias
centrales que se iban de madre y que dinamitaban la credibilidad de
la serie.
Puntuación: 7/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario