Título original:
Tenderness. Año: 2008. País: Estados Unidos.
Género: Intriga.
Director:
John Polson. Guionista: Emil
Stern (adaptando la novela de Robert Cormier). Intérpretes:
John Foster, Sophie Traub, Laura Dern, Russell Crowe, Sophie Traub,
Alexis Dziena, Michael Kelly, Jake M. Smith.
Tres son los personajes
protagonistas de esta mezcla de drama y thriller de personajes
amorales y marginales, de vidas truncadas y vidas que buscan ser
truncadas. Por una parte tenemos al teniente Cristofuoro (Russell
Crowe), prácticamente retirado y obsesionado (supuestamente sin
motivos especiales; o por lo menos no se molestan en explicarlos) con
Eric (Jon Foster). Éste (Eric, claro) está a punto de salir de
prisión tras cumplir condena por varios crímenes, y por los que
Kristofoulos no cree que haya pagado ni que esté rehabilitado. La
tercera en discordia (y la primera que se nos presenta) es Lori
(Sophie Traub), una joven marginal atormentada por un conflictivo (y
abusivo) entorno familiar. La joven pronto comenzará a mostrar una
extraña y enfermiza atracción por Eric.
De todas maneras, y
aunque es uno de los tres protagonista, el personaje que interpreta
Crowe es más secundario que otra cosa (por lo visto el actor tardó
sólo nueve días en rodar su parte) y su participación tiene mucho
que ver con la amistad que mantiene con el director. Su actuación no
pasa de correcta, en parte porque el personaje está ciertamente
desdibujado y apenas se nos ofrece información de él (se intenta
suplir con la voz en off, pero no se consigue en absoluto). Lo mismo
se podría decir del resto del reparto, aunque sus actuaciones sean
mucho más irregulares, especialmente en el caso de Traub, irritante
y desconcertante a partes iguales. Sería complicado señalar si el
mayor problema son los intérpretes o el material que tienen entre
manos, aunque me inclinaría más por lo segundo.
Sorprende
que, a pesar de que su historia proceda de una novela, el argumento y
los personajes estén tan poco definidos, dando la sensación de que
se necesitaba una reescritura o un guión más trabajado. La acción,
por su parte, resulta demasiado pausada. Parece que la historia no
avanza, resultando algo desconcertante. A ello “ayuda” una fría
atmósfera y esos paisajes desolados por los que deambulan unos
igualmente desolados personajes. Personajes de los que desconocemos
motivaciones (y ello sí que es aterrador) y que se antojan huecos,
provocando el despego instantáneo hacia lo que les pueda ocurrir. Lo
que ocurre es que todo ello termina por finiquitar la credibilidad de
una película que se encuentra constantemente en la cuerda floja,
entre el aburrimiento y el desdén.
Lo mejor: Cómo
Polson logra crear, por momentos, una atmósfera asfixiante.
Lo peor: Un
guión muy poco pulido.
Puntuación:
3,5/10.
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