martes, 10 de enero de 2023

Tenderness. La ternura del asesino

Título original: Tenderness. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Intriga. Director: John Polson. Guionista: Emil Stern (adaptando la novela de Robert Cormier). Intérpretes: John Foster, Sophie Traub, Laura Dern, Russell Crowe, Sophie Traub, Alexis Dziena, Michael Kelly, Jake M. Smith. 
 
Tres son los personajes protagonistas de esta mezcla de drama y thriller de personajes amorales y marginales, de vidas truncadas y vidas que buscan ser truncadas. Por una parte tenemos al teniente Cristofuoro (Russell Crowe), prácticamente retirado y obsesionado (supuestamente sin motivos especiales; o por lo menos no se molestan en explicarlos) con Eric (Jon Foster). Éste (Eric, claro) está a punto de salir de prisión tras cumplir condena por varios crímenes, y por los que Kristofoulos no cree que haya pagado ni que esté rehabilitado. La tercera en discordia (y la primera que se nos presenta) es Lori (Sophie Traub), una joven marginal atormentada por un conflictivo (y abusivo) entorno familiar. La joven pronto comenzará a mostrar una extraña y enfermiza atracción por Eric.
 
 
De todas maneras, y aunque es uno de los tres protagonista, el personaje que interpreta Crowe es más secundario que otra cosa (por lo visto el actor tardó sólo nueve días en rodar su parte) y su participación tiene mucho que ver con la amistad que mantiene con el director. Su actuación no pasa de correcta, en parte porque el personaje está ciertamente desdibujado y apenas se nos ofrece información de él (se intenta suplir con la voz en off, pero no se consigue en absoluto). Lo mismo se podría decir del resto del reparto, aunque sus actuaciones sean mucho más irregulares, especialmente en el caso de Traub, irritante y desconcertante a partes iguales. Sería complicado señalar si el mayor problema son los intérpretes o el material que tienen entre manos, aunque me inclinaría más por lo segundo.
 
 
Sorprende que, a pesar de que su historia proceda de una novela, el argumento y los personajes estén tan poco definidos, dando la sensación de que se necesitaba una reescritura o un guión más trabajado. La acción, por su parte, resulta demasiado pausada. Parece que la historia no avanza, resultando algo desconcertante. A ello “ayuda” una fría atmósfera y esos paisajes desolados por los que deambulan unos igualmente desolados personajes. Personajes de los que desconocemos motivaciones (y ello sí que es aterrador) y que se antojan huecos, provocando el despego instantáneo hacia lo que les pueda ocurrir. Lo que ocurre es que todo ello termina por finiquitar la credibilidad de una película que se encuentra constantemente en la cuerda floja, entre el aburrimiento y el desdén. 
 
Lo mejor: Cómo Polson logra crear, por momentos, una atmósfera asfixiante. 
 
Lo peor: Un guión muy poco pulido. 
 
Puntuación: 3,5/10.

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