miércoles, 18 de enero de 2023

Terciopelo azul

Título original: Blue Velvet. Año: 1986. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Cine Negro. Director: David Lynch. Guionista: David Lynch. Intérpretes: Kyle MacLachlan, Dennis Hopper, Isabella Rosellini, Laura Dern, George Dickerson, Jack Nance, Dean Stockwell, Hope Lange, Brad Dourif, Priscilla Pointer. 
 
Lynch, nominado al Oscar por su labor aquí, se rodeó de algunos de sus actores fetiche (a posteriori volvería a contar con buena parte de ellos; resulta imposible no asociar las figuras de MacLachlan, con quien ya había trabajado en la denostada Dune, o Dern con su cine) para rodarla. Terciopelo azul es una película que ya reunía varios de los temas que igualmente impregnarían buena parte de su filmografía posterior. Mis adoradas Carretera perdida (Lost Highway), Mulholland Drive y claro, la imperdible Twin Peaks son claras deudoras de esta Terciopelo azul (por mucho que para servidor sean superiores). Esta Terciopelo azul fue, además, la primera película en la que Lynch colaboró con el ya icónico Angelo Badalamenti. Y es que los trabajos del primero no serían los mismos sin las icónicas bandas sonoras ideadas por el segundo.
 

Todo comienza cuando nuestro protagonista, Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), se encuentra, entre unos arbustos, una oreja humana. Tras llevarla a la comisaría en la que trabaja su vecino, el detective Williams (George Dickerson), comenzarán a sucederse toda suerte desgracia de extraños sucesos... Laura Dern intepreta a la sobrina de dicho detective, mientras que Dennis Hopper e Isabella Rossellini forman una compleja pareja con una no menos compleja relación sadomasoquista...
 

Película pesadillesca (marca de la casa), y con un sentido de humor que bascula entre lo grotesco y lo aterrador, Terciopelo azul funciona como trabajo (cuasi) ideal para adentrarse en el Lynch más visceral (no literalmente; si porque aúna muchas de sus obsesiones sin resultar tan inaccesible como, por ejemplo, y yéndonos a un caso realmente extremo, Inland Empire). Personajes como el que aquí interpreta Hopper forman parte ineludible de su cine, en particular, y hasta me atrevería a decir que del séptimo arte, así, en general. Ello, unido a la particular idiosincracia (la bondad, que no siempre resulta ser tal vs. la clara maldad) de un Lynch perturbador, que envuelve a toda la película con su particular halo, hacen que estemos ante un trabajo tan desquiciante como atrayente. Puro Lynch. Puro cine que no deja indiferente. Nota: Terciopelo azul fue producida por Dino de Laurentiis, quien volvió a confiar en Lynch tras ese importante tropezón, nombrado anteriormente, titulado Dune. ¿Por que lo hizo? Según palabras propias: por lo mucho que le había llamado la atención el guión; guión que llevaba años rondando por las principales productoras sin que ninguna se atreviese a trasladarlo a la gran pantalla. 
 
Lo mejor: El personaje de Hopper (por el personaje en sí mismo y por la interpretación de Hopper, nominado al Globo de Oro) y el aire malsano (marca de la casa; sí, me repito) que imprime al relato el bueno de Lynch. 
 
Lo peor: Es un trabajo extremo (vale, no tanto como posteriores trabajos de Lynch), sentaría las bases del cine de su autor y, por su extravange mezcla (comedia negra; cine negro; intriga), puede espantar a más de uno (¿importa?; no realmente). 
 
Puntuación: 8/10.

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