Título original: Blue
Velvet. Año: 1986. País: Estados Unidos. Género:
Intriga, Cine Negro. Director:
David Lynch. Guionista: David
Lynch. Intérpretes:
Kyle MacLachlan, Dennis Hopper, Isabella Rosellini, Laura Dern,
George Dickerson, Jack Nance, Dean Stockwell, Hope Lange, Brad
Dourif, Priscilla Pointer.
Lynch, nominado al Oscar
por su labor aquí, se rodeó de algunos de sus actores fetiche (a
posteriori volvería a contar con buena parte de ellos; resulta
imposible no asociar las figuras de MacLachlan, con quien ya había
trabajado en la denostada Dune, o Dern con su cine) para
rodarla. Terciopelo azul es una película que ya reunía
varios de los temas que igualmente impregnarían buena parte de su
filmografía posterior. Mis adoradas Carretera
perdida (Lost Highway), Mulholland
Drive y claro, la imperdible Twin Peaks son
claras deudoras de esta Terciopelo azul (por mucho que para
servidor sean superiores). Esta Terciopelo azul fue, además, la
primera película en la que Lynch colaboró con el ya icónico Angelo
Badalamenti. Y es que los trabajos del primero no serían los mismos
sin las icónicas bandas sonoras ideadas por el segundo.
Todo
comienza cuando nuestro protagonista, Jeffrey Beaumont (Kyle
MacLachlan), se encuentra, entre unos arbustos, una oreja humana.
Tras llevarla a la comisaría en la que trabaja su vecino, el
detective Williams (George Dickerson), comenzarán a sucederse toda
suerte desgracia de extraños sucesos... Laura Dern
intepreta a la sobrina de dicho detective, mientras que Dennis Hopper
e Isabella Rossellini forman una compleja pareja con una no menos
compleja relación sadomasoquista...
Película pesadillesca
(marca de la casa), y con un sentido de humor que bascula entre lo
grotesco y lo aterrador, Terciopelo azul funciona como trabajo
(cuasi) ideal para adentrarse en el Lynch más visceral (no
literalmente; si porque aúna muchas de sus obsesiones sin resultar
tan inaccesible como, por ejemplo, y yéndonos a un caso realmente
extremo, Inland
Empire). Personajes como el que aquí interpreta
Hopper forman parte ineludible de su cine, en particular, y hasta me
atrevería a decir que del séptimo arte, así, en general. Ello,
unido a la particular idiosincracia (la bondad, que no siempre
resulta ser tal vs. la clara maldad) de un Lynch perturbador, que
envuelve a toda la película con su particular halo, hacen que
estemos ante un trabajo tan desquiciante como atrayente. Puro Lynch.
Puro cine que no deja indiferente. Nota: Terciopelo azul fue
producida por Dino de Laurentiis, quien volvió a confiar en Lynch
tras ese importante tropezón, nombrado anteriormente, titulado Dune.
¿Por que lo hizo? Según palabras propias: por lo mucho que le había
llamado la atención el guión; guión que llevaba años rondando por
las principales productoras sin que ninguna se atreviese a
trasladarlo a la gran pantalla.
Lo mejor: El
personaje de Hopper (por el personaje en sí mismo y por la
interpretación de Hopper, nominado al Globo de Oro) y el aire
malsano (marca de la casa; sí, me repito) que imprime al relato el
bueno de Lynch.
Lo peor: Es
un trabajo extremo (vale, no tanto como posteriores trabajos de
Lynch), sentaría las bases del cine de su autor y, por su extravange
mezcla (comedia negra; cine negro; intriga), puede espantar a más de
uno (¿importa?; no realmente).
Puntuación: 8/10.
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