Towelhead (Nada es privado)

Título original: Towelhead. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia Negra. Director: Alan Ball. Guionista: Alan Ball (adaptando la novela de Alicia Erian). Intérpretes: Summer Bishil, Peter Macdisi, Aaron Eckhart, Toni Collette, Maria Bello, Matt Letscher, Eugene Jones III, Lynn Collins. 

 

Jasira (Summer Bishil) es obligada a vivir con su autoritario padre libanés (Peter MacDissi, visto en uno de los mejores capítulos que componían la película Burning Palms) tras un problema familiar con su madre (Maria Bello). Así, y una vez instalada, comienza a sentirse atraída por su vecino (Aaron Eckhart), un hombre casado, a descubrir el sexo y, en general, a sufrir toda clase de problemas más propios de un adulto que de una preadolescente.

 

 

Teniendo en cuenta los temas que trata la película de Ball (basada en una polémica novela escrita por Alicia Erian), podríamos estar hablando de un dramón en toda regla; uno de esos repletos de momentos lacrimógenos y sermones a diestro y siniestro. Nada más lejos de la realidad. Lo más llamativo es que, a pesar de tocar temas muy crudos (pederastia, autodescubrimiento, moralidad, racismo, iniciación sexual…), la película guarda un tono más cercano al de la comedia; al de la comedia negra.

 

En ocasiones da la sensación de que esta Towelhead simplemente trata de llamar la atención con su trasfondo políticamente incorrecto. Sin embargo, falla estrepitosamente en su intento por que simpaticemos con alguno de sus personajes (no he sido capaz ni de comprender a la niña protagonista; y no porque sea un personaje repleto de incongruencias). Quizá su mayor error sea que, conforme avanza la trama, los mismos se van desdibujando, volviéndose más y más contradictorios. A pesar de ello, los intérpretes cumplen con sus papeles (especialmente notable resulta el trabajo de Eckhart) y, además, el material es (a priori) tan poco convencional. Sólo por ello ya merece la pena. Y es que, claro, toda película que se sale de la norma se merece, mínimo, mi atención. 

 

Lo mejor: Cómo Ball juguetea a ser Solondz. También un reparto de lo más cumplidor. 

 

Lo peor: Que el Solondz al que Ball se acerca no sea precisamente el mejor (es decir, el de Happiness). También unos personajes a los que uno no querría tener cerca. 

 

Puntuación: 5/10.