domingo, 25 de junio de 2017

American Beauty

Título original: American Beauty. Año: 1999. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia Negra. Director: Sam Mendes. Guionista: Alan Ball. Intérpretes: Kevin Spacey, Annette Bening, Thora Birch, Wes Bentley, Mena Suvari, Peter Gallagher, Allison Janney, Chris Cooper, Scott Bakula, Sam Robards.

Mirada ácida y cínica al american way of life, American Beauty se destapó como la gran revelación de su año (se hizo con 5 Oscars: película, director, actor principal, guión original y fotografía). Kevin Spacey (en un papel ofrecido a varios actores, entre ellos el cómico Chevy Chase o Tom Hanks, quien años más tarde acabaría poniéndose a las órdenes de Mendes) y Annette Bening son los protagonistas principales e interpretan a Lester y Carolyn, un matrimonio aparente corriente pero de lo más disfuncional y enrarecido (no se soportan: ella mantiene un romance extramatrimonial; él comienza a mostrar un deseo irrefrenable hacia la mejor amiga de su hija, una Mena Suvari, post-American Pie, que pasará a la historia del séptimo arte al protagonizar una de las escenas más memorables de la cinta, aquella en la que miles de pétalos de rosa cubren su cuerpo desnudo, y que se hizo con el personaje después de que varias actrices, como Katie Holmes, Sarah Michelle Gellar, Kirsten Dunst o Brittany Murphy, lo rechazaran y otras, como Tiffani Thiessen, Kate Hudson o Majandra Delfino, audicionaran sin éxito). Thora Birch, actriz infantil a la que habíamos podido ver en producciones familiares del tipo El retorno de las brujas (Hocus Pocus), da vida a la única hija del matrimonio: Jane.


Mendes realiza una cruel radiografía de la sociedad en general y de la familia en particular, apoyándose en un guión que regurgita mala leche y cuyos dardos envenenados no pueden resultar más certeros. Como certeras son las interpretaciones de todo su elenco (por mucho que nadie pueda hacer sombra a un inmenso Spacey que borda su personaje de marido en plena crisis existencial, cuya vida personal y profesional parece asomarse sin miedo al más profundo de los abismos) o la elección de su trío juvenil (encabezado por las ya mencionadas Thora Birch y Mena Suvari y completado por un desconocido, al menos por aquel entonces, Wes Bentley, quien últimamente ha participando en varias entregas de la antología televisiva American Horror Story).

  
Celos, represión, adulterio, drogas y mucho humor negro se dan la mano en esta sobresaliente y políticamente incorrecta (tanto que, a pesar de estar producida por un estudio potente como DreamWorks, propiedad de, entre otros, el mismísimo Spielberg, contó con un presupuesto de lo más ajustado: 15 millones de dólares) película. Tan sólo me atrevería a realizarle una pequeña recriminación: que conforme avanza la historia se vean en la necesidad de redimir a varios de los personajes; aunque sólo sea porque ello suponga una pequeña contradicción con respecto a su tono general.

Lo mejor: Su incisivo guión.

Lo peor: Que su desenlace pueda ser visto como lo que no es.

Puntuación: 8,5/10.

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