Título original: Star Wars / Star Wars: A New Hope. Año:
1977. País: Estados Unidos. Género:
Aventuras, Ciencia-Ficción, Fantasía. Director: George Lucas. Guionista:
George Lucas. Intérpretes: Mark Hamill, Carrie Fisher,
Harrison Ford, Alec Guiness, David Prowse, Peter Cushing, Peter Mayhew, Anthony
Daniels, Kenny Baker, James Earl Jones.
Todo es una competición y hay que posicionarse. Real Madrid o Barça; Twitter o Instagram; Marvel o DC; #TeamBrenda o #TeamKelly.
Rivalidades que también se dan, claro, en el mundo del cine. En el caso que nos
ocupa, por ejemplo, tenemos dos bandos muy bien diferenciados: los fans de La guerra de las galaxias versus los de
Star Trek. Lo curioso es que yo, que
me suelo posicionar en casi todo, nunca me he llegado a decantar por ninguna de
estas prolíficas y exitosísimas sagas de ciencia-ficción. Incluso me atrevería
a ir más lejos y diría que La guerra de
las galaxias, que es la que nos ocupa, me interesa más por lo que
representa (es imposible hablar del género sin tenerla en cuenta y su
influencia en la cultura pop es INNEGABLE) que por lo que ofrece. Y eso sin
desmerecer todo lo que, al menos esta primera trilogía, nos llega a ofrecer: un
sinfín de personajes inolvidables, unos efectos especiales revolucionaros para
su época, una banda sonora épica (e igualmente inolvidable)…
La historia está protagonizada por un valeroso guerrero (Mark Hamill, antes de desfigurarse el rostro) que se une a la resistencia capitaneada por la princesa Leia (Carrie Fisher, hija de Debbie Reynolds y Eddie Fisher, en un papel para que el audicionaron, entre otras, Meryl Streep, Jessica Lange o Sissy Spacek). Resistencia que pretende derrocar al siniestro Darth Vader (voz de James Earl Jones en la versión original y de Constantino Romero por estos lares), cuyo ejército ha puesto en jaque la paz planetaria. Alec Guiness, actor inglés de renombre, fue nominado al Oscar, como mejor actor de reparto, por su participación en la película. Vale la pena recordar que el actor ya se había hecho con el galardón gracias a El puente sobre el río Kwai (The Bridge on the River Kwai) y que posteriormente le sería otorgado otro, en este caso honorífico.
Y así, con una trama (algo tópica) sobre la eterna lucha del bien contra el mal, Lucas iniciaba la que sería una de las sagas cinematográficas más conocidas, exitosas y plagiadas/homenajeadas/parodiadas de la historia. Es cierto que hay muchos puntos a mejorar (un guión al que le faltaba la vuelta de tuerca que si ofrecerían las siguientes entregas, una puesta en escena en ocasiones torpona, unos protagonistas algo insulsos…), pero su valor cinematográfico y, sobre todo, cultural no se lo puede cuestionar nadie. Además, convirtió a un humilde carpintero aspirante a actor (Harrison Ford) en uno de los héroes de acción/aventuras más carismático de los setenta/ochenta.
Lo mejor: El diseño
de personajes, la banda sonora de John Williams, los efectos especiales y, en
general, (casi) todo lo relativo a su apartado técnico.
Lo peor: Una
historia que, al menos en esta primera entrega, se presenta algo simplista y
unas actuaciones (en general y salvo honrosas excepciones) no demasiado
memorables.
Calificación: 7/10.
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