Título original: Star Wars: Revenge of the Sith. Año: 2005.
País: Estados Unidos. Género:
Aventuras, Ciencia-Ficción, Fantasía. Director: George Lucas. Guionista: George Lucas. Intérpretes: Ewan
McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Samuel L. Jackson, Temuera
Morrison, Christopher Lee, Ian McDiarmind, Peter Mayhew, Anthony Daniels, Kenny
Baker, Frank Oz, Jimmy Smits, Keisha Castle-Hughes, Joel Edgerton.
¡Por fin! ¡Por fin una precuela
que no se carga el legado de la trilogía original! Ha costado, pero Lucas ha
dado (bueno, más o menos; todavía hay muchas aristas que se podrían haber
limado) en la diana con este cierre de saga, el cuál es tan lúgubre y pesimista,
hay que tener en cuenta que nos narra el paso definitivo de Anakin Skywalker (Hayden
Christensen) al lado oscuro, como cabría esperar.
Como decía, la historia se centra
en el cambio de bando de Anakin. Así, a lo largo de algo más dos horas somos
testigos directos de cómo su relación con Padmé (Natalie Portman), con su
mentor, Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor), y, en general, con todo el mundo Jedi,
comienza a enturbiarse por culpa de una desgracia de sueños premonitorios en
los que ve cómo su mujer muere dando a luz. Por suerte, y a diferencia de lo
que sucedía en la anterior entrega, la historia amorosa queda aquí en un plano
mucho más discreto y sin tantas ñoñerías.
La amenaza fantasma (The Phantom Menace) era demasiado infantil. El ataque de los clones (Attack of the
clones) pecaba, en su mayor parte, de edulcorada e insustancial. Ambas adolecían
de una falta de ritmo alarmante y de escasez de momentos memorables (algo que medio
suplía la segunda mitad de El ataque de
los clones). Afortunadamente la película que nos ocupa goza de más escenas
épicas que sus dos predecesoras juntas. Lo que me devuelve a mi primer pensamiento:
¡Ya era hora! Se podría decir que Lucas, gracias a este trabajo, logró salvar
los muebles (vale, es cierto que todas rindieron muy bien en taquilla, pero
ésta es la única que obtuvo, en general, buenas críticas; y sí, fue la cinta
más taquillera de su año).
Lo mejor: Es la más
espectacular y oscura de las precuelas.
Lo peor: Su
desenlace, alargado hasta la nausea el infinito y más allá.
Calificación: 6/10.
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