Título original: The Revenant. Año:
2015. País: Estados Unidos. Género: Western, Aventuras. Director: Alejandro González Iñárritu. Guionistas: Alejandro González Iñárritu
y Mark L. Smith (adaptando, parcialmente, como muy bien indican en los créditos,
la novela de Michael Punke). Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will
Poulter, Forrest Goodluck, Domhnall Gleeson, Paul Anderson, Kristoffer Joner,
Lukas Haas, Brenda Fletcher.
González Iñárritu está en racha.
Su anterior trabajo, Birdman o (La
inesperada virtud de la ignorancia), se hizo con cuatro Oscars (película,
director, guión original y fotografía) y ahora, y gracias a El renacido, opta a nada más y nada
menos que doce estatuillas (entre ellas las de mejor película, director, actor
y actor de reparto). Además, no está de más señalar lo diferentes que son ambas
producciones, lo cual dice mucho del director mejicano en cuya filmografía
encontramos otros títulos tan dispares como Y tu mamá también, 21 gramos
(21 Grams) o Babel.
Pero González Iñárritu no es el
único beneficiario de los parabienes de este western de aventuras, ya que todos
apuntan a que 2016 será el gran año de DiCaprio y que el actor se hará (¡por
fin!) con el Oscar a mejor actor que tanto se le está resistiendo (ya ha ganado
el Globo de Oro). Y es que el protagonista de la revolucionaria Origen (Inception) y de la bastante
menos revolucionaria Critters 3
parte como favorito (aunque recordemos que el año pasado, y por la ya
mencionada Birdman, Michael Keaton
también era el favorito pero se fue a casa sin el galardón) y es uno de los
grandes alicientes con que cuenta esta película. Atención también a un
irreconocible Tom Hardy (uno de los grandes camaleones de nuestra época) como
su gran némesis.
Y digo lo de némesis porque la
trama se centra en la odisea protagonizada por uno de ellos (DiCaprio), al
borde de la muerte tras ser atacado por un oso en una de las escenas más comentadas
de los últimos meses, y su afán por dar con el otro (Hardy), el asesino de su
hijo mestizo (Forrest Goodluck). Pero en esta película, y contra todo
pronóstico (sobre todo conociendo al director), no importa mucho lo que se nos
cuenta, sino cómo. Y es que la maestría (impresionantes sus escenas
paisajísticas, espectaculares sus escenas de batalla) con la que está rodada la
cinta compensa las carencias de su guión. Un guión que hace que cojee el
resultado final pero que no logra deslucir su exquisitez visual ni la labor de
su pareja protagonista.
Lo mejor: La belleza con que González Iñárritu filma incluso las
escenas más duras o grotescas. También hay que agradecérselo al poderosísimo
trabajo de fotografía llevado a cabo por Emmanuel Lubezki (Gravity, Birdman).
Lo peor: Me deja con la agridulce sensación de que lo que vemos es
infinitamente más interesante que lo que nos cuentan.
Puntuación: 7/10.
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