jueves, 25 de febrero de 2016

La chica danesa

Título original: The Danish Girl. Año: 2015. País: Reino Unido. Género: Drama. Director: Tom Hooper. Guionistas: Lucinda Coxon (adaptando la novela de David Ebershoff). Intérpretes: Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Matthias Schoenaerts, Amber Heard, Ben Whishaw, Adrian Schiller, Sebastian Koch, Nicholas Woodeson.

Una vez vista, he de decir que La chica danesa es la típica producción destinada a acaparar premios y nominaciones. De impecable acabado, con una pareja de actores (en los papeles principales) entregados (y con el Oscar de Redmayne todavía fresco en la memoria; no en vano lo ganó el año pasado) y una historia de esas (lamentablemente menos transgresora de lo que cabría esperar, eso sí) capaces de conmover al espectador (bueno, sólo al menos cerrado de mente).


Basada en hechos reales (adapta una novela que narra la historia real del primer hombre que se cambió de sexo), La chica danesa tiene como protagonista a un talentoso pintor (Redmayne, claro) que siente que ha nacido en un cuerpo que no le pertenece. Así, primero como una especie de juego que se trae con su mujer (Alicia Vikander), y después por pura necesidad, deja de ser Einar para convertirse en Lili.


La chica danesa es una de esas películas que funcionan mejor sobre el papel que en pantalla. Por muy bien que estén sus protagonistas (ellos son, a pesar de que el bueno de Redmayne se dedique a repetir tics una y otra vez, el gran pilar sobre el que se sostiene el largometraje) y por muy bellas que sean sus imágenes (precioso trabajo de fotografía el llevado a cabo por Danny Cohen). Pero a Hooper le falta valentía a la hora de ponerse al frente de una historia así. Eso es lo que más me fastidia y lo que más da al traste con el resultado final. Resultado que, por otra parte, es más que bueno. Curiosamente con esta película me pasa un poco lo mismo que con Carol (con la que comparte temática LGBT y cierto clasicismo en su acabado): no consigue atraparme. Es como si Hooper pusiera una barrera entre nosotros (los espectadores) y su obra. Lástima, porque si hay algo que necesita la historia de Einar/Lili es el poder penetrar sin obstáculos en el alma de aquellos que se acerquen a ella.

Lo mejor: Su pareja protagonista y el trabajo de fotografía.

Lo peor: Lo poco que arriesga Hooper teniendo en cuenta el material que maneja.

Puntuación: 7/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario