Título original: The Danish Girl. Año: 2015. País: Reino Unido. Género:
Drama. Director: Tom Hooper. Guionistas: Lucinda Coxon (adaptando la
novela de David Ebershoff). Intérpretes: Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Matthias
Schoenaerts, Amber Heard, Ben Whishaw, Adrian Schiller, Sebastian Koch,
Nicholas Woodeson.
Una vez vista, he de decir que La chica danesa es la típica producción
destinada a acaparar premios y nominaciones. De impecable acabado, con una
pareja de actores (en los papeles principales) entregados (y con el Oscar de
Redmayne todavía fresco en la memoria; no en vano lo ganó el año pasado) y una
historia de esas (lamentablemente menos transgresora de lo que cabría esperar,
eso sí) capaces de conmover al espectador (bueno, sólo al menos cerrado de
mente).
Basada en hechos reales (adapta
una novela que narra la historia real del primer hombre que se cambió de sexo),
La chica danesa tiene como
protagonista a un talentoso pintor (Redmayne, claro) que siente que ha nacido
en un cuerpo que no le pertenece. Así, primero como una especie de juego que se
trae con su mujer (Alicia Vikander), y después por pura necesidad, deja de ser Einar
para convertirse en Lili.
La chica danesa es una de esas películas que funcionan mejor sobre
el papel que en pantalla. Por muy bien que estén sus protagonistas (ellos son,
a pesar de que el bueno de Redmayne se dedique a repetir tics una y otra vez,
el gran pilar sobre el que se sostiene el largometraje) y por muy bellas que
sean sus imágenes (precioso trabajo de fotografía el llevado a cabo por Danny
Cohen). Pero a Hooper le falta valentía a la hora de ponerse al frente de una
historia así. Eso es lo que más me fastidia y lo que más da al traste con el
resultado final. Resultado que, por otra parte, es más que bueno. Curiosamente
con esta película me pasa un poco lo mismo que con Carol (con la que comparte temática LGBT y cierto clasicismo en su
acabado): no consigue atraparme. Es como si Hooper pusiera una barrera entre
nosotros (los espectadores) y su obra. Lástima, porque si hay algo que necesita
la historia de Einar/Lili es el poder penetrar sin obstáculos en el alma de aquellos
que se acerquen a ella.
Lo mejor: Su pareja protagonista y el trabajo de fotografía.
Lo peor: Lo poco que arriesga Hooper teniendo en cuenta el material
que maneja.
Puntuación: 7/10.
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