jueves, 10 de noviembre de 2016

Déjame entrar

Título original: Låt den rätte komma in. Año: 2008. País: Suecia. Género: Drama, Terror. Director: Tomas Alfredson. Guionista: John Ajvide Lindqvist (adaptando su propia novela). Intérpretes: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Ika Nord, Peter Carlberg, Mikael Rahm, Karl-Robert Lindgren, Anders T. Peedu.

Año 1981. Oscar (Kåre Hedebrant) es un introvertido niño que tiene que lidiar con las burlas de unos compañeros de clase que lo maltratan continuamente. Una noche conocerá a Eli (Lina Leandersson), una misteriosa niña con la que trabará amistad y que guarda un terrible secreto. Eli no es una niña normal, es un vampiro que se convertirá sorprendentemente en la mejor aliada del atribulado Oscar, infundiéndole el valor necesario para plantar cara a los chavales que lo atemorizan.


Déjame entrar es una película de terror atípica. En ocasiones parece más un drama (casi costumbrista) que una cinta de terror propiamente dicha (entre otras cosas por la manera en que está rodada). Es su director quien logra eso; Alfredson crea una atmósfera fría y la filma con delicadeza poética y de manera pausada y detallista, realizando un magnífico trabajo y alejándose de los tópicos propios del género. Ello se nota sobremanera en su forma de afrontar las escenas más escabrosas.


Del mismo modo juegan un papel importante tanto la fotografía como la música (ambas excelentes, casando perfectamente con el tono del trabajo en el que se enmarcan). Sin embargo, todo ello queda eclipsado por la enorme química desplegada por su joven pareja protagonista, cuyo talento sólo me atrevo a catalogar de desbordante. Tanto Hedebrant como Leandersson construyen con mimética precisión unos personajes ciertamente complejos. Y lo hacen de manera sublime. La relación que se establece entre ellos es uno de los grandes pilares sobre los que se sustenta esta curiosa y recomendable vuelta de tuerca a las clásicas películas sobre vampiros. Déjame entrar, que conoció un remake americano en 2010, es una de las producciones de género más fascinantes e interesantes de los últimos años.

Lo mejor: El trabajo de dirección, el guión, la fotografía, la música y su pareja protagonista.

Lo peor: Que su tono pausado o su mezcla de géneros pueda espantar a más de uno.

Puntuación: 8/10.

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