Título original: Elephant. Año: 2003. País: Estados Unidos. Género:
Drama. Director: Gus Van Sant. Guionista: Gus Van Sant. Intérpretes:
Alex Frost, Eric Deulen, Jordan Taylor, Carrie Finklea, John Robinson, Nathan Tyson,
Elias McConnell, Nicole George, Alicia Miles, Matt Malloy, Kristen Hicks, Timothy
Bottoms.
Hay un elefante en
la habitación y nadie habla de ello (a sucesos como los acontecidos en Columbine me remito). Es lo que debió
pensar Van Sant al plantear la película que nos ocupa. Elephant (multipremiada en el Festival de Cannes) nos narra, como
si de un falso documental se tratara, la vida cotidiana de un grupo de jóvenes.
Así vemos cómo John (John Robinson) tiene que lidiar con su ebrio progenitor, a
Eli (Elias McConnell) fotografiando a diversos compañeros, a Carrie (Carrie
Finklea) y Nathan (Nathan Tyson), una de las parejas más populares del
instituto, dialogando sobre el más que posible embarazo de ella o a Michelle
(Kristen Hicks), feucha y acomplejada, teniendo que sobreponerse a las burlas
de sus compañeras. Todo muy “normal”; todo muy “simple”; todo muy real. Lo
que desconocen es que sus vidas están a punto de sufrir el más radical de los
cambios…
Me gusta cómo Gus
Van Sant decide presentarnos a los personajes (de manera individual;
poniéndonos en situación). Me recuerda ligeramente a películas tan diferentes
como Cosas que nunca te dije (Things
I Never Told You) o Ken
Park; pero sin contar con el poético lirismo de Coixet ni intentando narrar
la vida de personajes desarraigados y marginales (como suele ser habitual en el
cine de Larry Clark). También cómo opta por tomar distancias (como si se
tratara de un espectador más; como si no le interesara tomar partido, sino
reflejar retazos de unas vidas a punto de romperse en mil pedazos por culpa de
una gran tragedia).
Por pantalla se
suceden embarazos no deseados, problemas de alcoholemia e incluso bulimia.
Temas que son tratados con una distancia insospechada pero francamente
interesante y, lo que es más importante, tremendamente impactante. Los actores (novatos
en su inmensa mayoría) también ayudan a dar credibilidad a la cinta (llegué a
leer que incluso parte de sus diálogos eran improvisados, lo que también acentuaba
su realístico tono). La suma de todos estos factores da como resultado una
película cruda e inquietante. Una película cuyos minutos finales son capaces de
helarte la sangre. Puede que resulte por momentos (varias de las escenas que
nos presentan a la pareja que desencadena la masacre) un tanto tramposa, pero
ello no perjudica al resultado final. Elephant
es uno de los mejores trabajos de Van Sant. Casi me atrevería a decir que mi
favorito.
Lo mejor: Su naturalidad.
Destila verdad (aunque a veces peque de fullera) por los cuatro costados.
Lo peor: Que haya quien se queje
de que este trabajo no ofrezca respuestas y, por el contrario, deje en el aire
demasiados interrogantes.
Puntuación: 8/10.
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