Título original: The Descent. Año: 2005. País: Reino Unido. Género:
Terror. Director: Neil
Marshall. Guionista: Neil Marshall. Intérpretes: Shauna Macdonald, Alex Reid,
Nora-Jane Noone, Natalie Jackson Mendoza, Saskia Mulder, Oliver Milburn, MyAnna
Buring, Molly Kayll, Craig Conway.
Un grupo de amigas,
aventureras aficionadas a las expediciones espeleológicas, decide adentrarse en
una inexplorada cueva que las pondrá en jaque (física y psicológicamente). Lo
que comienza como una película de terror psicológico (con todos esos laberínticos
recovecos por los que nuestras protagonistas se deslizan al mismo tiempo que nos
van desvelando sus desavenencias) termina degenerando en un festival gore de
desiguales resultados.
Marshall (Dog
Soldiers) trata de humanizar a sus chicas, se toma su tiempo a la hora
de presentárnoslas y ahonda en su pasado y presente. Es algo que agradezco
porque pocas producciones de estas características se dignan a hacerlo. El
problema es que no logra (al menos no del todo) su propósito: hacer que
simpaticemos con su causa y nos duela/conmueva su (terrorífico) devenir.
En lo que sí
acierta es en atraparnos con su sucia, oscura y asfixiante atmósfera. Sobre todo
con lo último. Además, el trabajo de fotografía fortalece esa sensación de
oscuridad y de, claro, miedo a lo desconocido. The Descent tiene ese encanto innato en toda buena Serie B (¡esos
cutre-murciélagos que nos saludan al inicio!), por mucho que se le pueda
achacar cierta falta de imaginación a la hora de crear sus “golumnianos” monstruitos
o su brusco cambio de rumbo. No me desagrada que derive en cinta de monstruos
sedientos de sangre, aunque me deja con la ganas de saber qué habría sido de
ella (o que podría habernos ofrecido) de haber optado por otro tipo de terror
menos hemoglobínico.
Lo mejor: Su primera parte y su
desenlace.
Lo peor: Que tras sus muchos
aciertos se acabe destapando como otra cinta de terror gore con monstruos de
por medio.
Puntuación: 4,5/10.
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