Título original: Angel. Años: 1999-2004 (5 Temporadas). País: Estados Unidos. Género: Drama,
Terror, Fantasía. Creador: Joss
Whedon. Intérpretes: David Boreanaz,
Charisma Carpenter, Alexis Denisof, Amy Acker, J. August Richards, Andy
Hallett, Stephanie Romanov, Vincent Kartheiser, Julie Benz, Mercedes McNab,
James Marsters, Christian Kane, Elisabeth Röhm, Glenn Quinn.
Lo reconozco, nunca
llegué a engancharme a esta serie. ¡Y mira que era fan de Buffy,
cazavampiros (Buffy the Vampire Slayer)! Al principio rehuía de este spin off; no me gustaba que hubiese dejado
a la serie original sin dos personajes tan importantes como Ángel (David
Boreanaz), el vampiro con alma que le roba el corazón a nuestra heroína, o la
repelente y estirada Cordelia (Charisma Carpenter). Bueno, lo de Charisma me
importaba menos, las cosas como son.
Ángel nunca llegó a desligarse (y
yo que me alegro) de Buffy, cazavampiros
como sí lo hiciera, por ejemplo, Melrose
Place de Sensación
de vivir (Beverly Hills, 90210). Además, le costó horrores encontrar su
sitio (la serie va de menos a más, a pesar de que su última temporada no sea
precisamente la mejor). Las primeras tramas, su tono (más sombrío que el de la serie
“madre”) o los nuevos personajes (menos carismáticos) no calaban con la misma
facilidad con que sí lo hacían los de la serie protagonizada por Sarah Michelle
Gellar, quien se dejó caer en seis episodios (la actriz fue muy criticada por
no participar en el último capítulo, aunque otras fuentes aseguran que fue el
propio Whedon el que decidió que dicho episodio debía centrarse en los
protagonistas de la serie y no en la aparición especial de estrellas invitadas).
Durante cinco
temporadas seguimos las desventuras de este vampiro bueno en Los Ángeles,
ciudad a la que se trasladaba para combatir las fuerzas del mal a través de su
propia agencia especializada en resolver casos sobrenaturales. Cinco temporadas
en las que tuvo que reponerse al despido fulminante de uno de sus actores
principales, Glenn Quinn (dicen las malas lenguas que debido a los problemas
con las drogas que arrastraba y que lo llevaron a fallecer prematuramente en
2003), y a una protagonista femenina (Charisma Carpenter) que perdía fuerza conforme
avanzaba la trama (los guionistas no sabían qué hacer con su personaje y éste
desapareció al final de la cuarta temporada; sólo volvió para un último
capítulo, el duodécimo de la quinta y última). Wesley (Alexis Denisof),
recuperado de Buffy, donde sustituyó
provisionalmente al mentor de nuestra cazavampiros favorita; Fred (Amy Acker),
una estudiante superdotada que es rescatada por Ángel; o Charles (J. August
Richards), mano derecha del personaje de Boreanaz, son algunos de los (muchos) personajes
que aparecen en las distintas temporadas. Durante la última se incorpora otro
rostro muy conocido (y querido) por los fans: James Marsters, aka Spike.
Ángel me interesaba más como
complemento a Buffy (con bien de crossovers de por medio) que como serie independiente.
No digo que fuese un trabajo desdeñable (en absoluto; es más, fue mejorando
progresivamente y eso es algo que pocas hacen/logran), pero ni sus personajes
ni sus tramas lograron engancharme tanto como para (auto) considerarme fan
fatal. Sus señas de identidad: un tono más sombrío, profundo y adulto. Su gran
baza: el aunar tanto a seguidores propios como de la ya muy nombrada Buffy.
Lo mejor: Que amplíe el (micro)universo
creado por Whedon.
Lo peor: Lo mucho que le costó
encontrar su propia entidad/identidad.
Puntuación: 6/10.
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