Gamer: Juegan contigo

Título original: Gamer. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Acción, Intriga, Ciencia-Ficción. Directores: Mark Neveldine y Brian Taylor. Guionistas: Mark Neveldine y Brian Taylor. Intérpretes: Gerard Butler, Michael C. Hall, Alison Lohman, John Leguizamo, Amber Valletta, Logan Lerman, Kyra Sedgwick, Aaron Yo, Keith Davis, Ludacris, Milo Ventimiglia, Terry Crews, Michael Weston, Zoë Bell, Keith Jardine, Michael Weston, Efren Ramirez.

Mark Neveldine y Brian Taylor, directores y guionistas de Crank: Veneno en la sangre (Crank) y Crank: Alto voltaje (Crank: High Voltage), vuelven a adentrarse en el cine de acción más extremo con Gamer, cinta hiperfuturista (tan sombría como colorida y cuya acción se desarrolla en el año 2034) que tiene como protagonista a un tipo, llamado Kable (Gerard Butler, centrado últimamente en subsistir a base de subproductos de género), condenado por asesinato y, a su vez, superestrella de un popular videojuego de supervivencia llamado Slayers; juego en el que los personajes (entre ellos Kable, claro) son controlados por el jugador de turno (en este caso Logan Lerman) y que le otorgará la libertad si consigue completar 30 misiones. Si no lo logra morirá. Angie (Amber Valletta), la mujer de Kable, también está atrapada en otro juego, uno bien distinto en el que sufre toda clase de vejaciones sexuales. Nuestro protagonista (y antihéroe) sueña con su libertad, pero también con recuperar a su mujer y a su hija, que fue dada en adopción.

Gamer goza de una estridente y algo artificial (casa, eso sí, a la perfección con la temática de la cinta) ambientación, a la cual habría que sumar una dirección decididamente inestable (abusa de bruscos movimientos de cámara incluso cuando debería requerirlos; es decir, en las escenas más puramente adrenalíticas). A destacar su muy llamativa fotografía (véase el escenario de arena blanca en el que trabajan los encarcelados) o un reparto repleto de rostros televisivos, como los de Michael C. Hall, protagonista de Dexter, Milo Ventimiglia, visto recientemente en This Is Us y popular gracias a Héroes (Heroes), o Kyra Sedgwick, de la longeva The Closer, bien distinto (dicho esto como algo positivo) a lo que nos tiene acostumbrados el género. Género en el que nuestro protagonista, Gerard Butler (300), se desenvuelve como pez en el agua (y aquí lo vuelve a demostrar).

Tildada por el crítico de The New York Times como “un vomitorio futurista de pechos y balas”, la cinta, que en una de sus escenas nos muestra cómo Kable consigue arrancar un vehículo orinando (tras haber ingerido alcohol) y vomitando en su depósito (sic), trata el tema de la amoralidad social de manera ciertamente interesante. Lástima que no profundice demasiado en ello o que ha dicho argumentario lo acompañen unos diálogos tan horrendos y tan (innecesariamente) explicativos o unos actores tan pasados de rosca (está bien que no se tomen en serio una cinta como la que nos ocupa, pero tanto Michael C. Hall, que interpreta al creador del videojuego, como Kyra Sedwick se pasan de sobreactuados) que te llegan a sacar de la historia (vale, es cierto que no hace falta estar demasiado atento para seguir la trama de una película como Gamer; es más, de seguro la disfrutarás el doble si, durante su visionado, le ofreces un pequeño, y merecido, descanso a tu cerebro). Neveldine y Taylor no pasan de pantalla (la película se queda tan estancada como su incoherente guión o sus, en su mayoría, despistados intérpretes) y por eso se merecen un gran Game Over (sí, no he podido evitar hacer el chiste fácil).

Lo mejor: Resulta tan delirante que me es imposible odiarla del todo.

Lo peor: Su estilo visual, aunque llamativo en un principio, llega a cansar demasiado rápido. Eso por no hablar de todo lo que implica su historia o cómo Neveldine y Taylor la plantean y van resolviendo.

Puntuación: 4/10.