Título original: Beowulf. Año: 2007. País: Estados Unidos. Género: Acción, Aventuras, Fantasía, Animación. Director: Robert Zemeckis. Guionistas: Roger Avary y Neil Gaiman. Intérpretes: Ray Winstone, Angelina
Jolie, Anthony Hopkins, Robin Wright, John Malkovich, Brendan Gleeson, Crispin
Glover, Alison Lohman, Costas Mandylor, Charlotte Salt.
Adaptación de un poema anónimo, e incompleto (parte de la obra se
perdió durante un incendio), Beowulf
es un melodrama que mezcla fantasía épica de espada y brujería con romance (la
trama no puede ser más culebronesca) y venganza. También es la excusa para que
Zemeckis (Forrest Gump) lo intente
nuevamente con otra cinta de animación experimental al estilo de su fallida (las
críticas fueron, en general, positivas pero no entusiastas y no obtuvo el
respaldo esperado en taquilla; no ayudó que su presupuesto se disparará hasta
los 165 millones de dólares, 15 más que la que nos ocupa, pero ésa es otra
historia) Polar Express, es decir,
aplicando una técnica denominada “captura de movimiento”, la misma que ha
servido para dar vida al Hulk de Los
Vengadores (The Avengers) o a Gollum en las películas de El señor de los anillos (The Lord of
the Rings) y cuya función principal consiste en convertir en animación 3D lo
grabado de manera convencional. De ahí que los personajes que desfilan por
pantalla tengan los rasgos de los actores (el casting de Beowulf es de primer nivel, dicho sea de paso) que les han dado
vida previamente.
Dos son los puntos más llamativos de la película: el trabajo de animación y su impresionante plantel de actores. El primero es el que más nos chocará desde el principio; es llamativo y resultón, pero también peca de tosco (las expresiones de los personajes se tornan huecas y el resultado final se asemeja más al de un videojuego que al de cualquier otra película de animación) y, para colmo, ha envejecido ciertamente mal. ¿Qué decir del segundo? Pues que incluye a intérpretes como Ray Winstone (rejuveneciendo para la ocasión; es decir, para interpretar al héroe que da nombre a la cinta, un poderoso guerrero que tendrá que lidiar con distintos seres del inframundo), Angelina Jolie (dando vida, y cuerpo, a un bello monstruo marino), Robin Wright
El resultado final es tan curioso como fallido; en parte por las mejoras que (evidentemente) necesita(ba) la técnica de animación empleada, pero también por una historia (repleta de violencia y líos amorosos) destinada a encandilar únicamente a los fans más acérrimos de la fantasía heroica de capa y espada. Casi podría decirse que carece de un público potencial (más allá del descrito) al que dirigirse. Está claro que no es una producción para todos los públicos; ni por la historia que narra ni, desde luego, por su estilo visual. A Zemeckis se le puede reprochar que no haya querido (o podido, quién sabe) ir (mucho) más allá (de Polar Express) y se haya conformado con, “simplemente”, cambiar de género. Aunque tampoco hay que negarle, vamos a ser justos, cierta fijación por innovar dentro del (siempre competitivo) campo de la animación.
Lo mejor: Es un experimento de
lo más curioso. Resulta (a pesar de sus muchos defectos en dicho apartado)
llamativa a nivel visual.
Lo peor: Una animación incapaz
de insuflar vida a sus actores/personajes. Carece de un público potencial al que
dirigirse.
Puntuación: 5,5/10.
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