martes, 26 de diciembre de 2017

Jumper

Título original: Jumper. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Ciencia-Ficción, Acción. Director: Doug Liman. Guionistas: Simon Kinberg, David S. Goyer y Jim Uhls (adaptando la novela de Steven Gould). Intérpretes: Hayden Christensen, Jamie Bell, Rachel Bilson, Diane Lane, Samuel L. Jackson, Michael Rooker, AnnaSophia Robb, Max Thieriot, Jesse James, Tom Hulce, Kristen Stewart, Meredith Henderson.

Jumper: dícese de la persona con la capacidad de teletransportarse. David (Hayden Christensen), un chico tímido y algo apocado, tiene ese don, lo que le lleva a abandonar su hogar y dedicarse a pulular por el mundo mientras todos le creen muerto. Además, se lo puede permitir, ya que no tiene problema alguno para adquirir (mejor dicho: robar) dinero. Todo parece irle bien hasta que en su camino se cruza Roland (Samuel L. Jackson), líder de un grupo de Paladines, es decir, un grupo ultrareligioso que se encarga de dar caza a los Jumpers. Roland no sólo pondrá en peligro la vida de David, sino también la del padre de éste (Michael Rooker) y la de Millie (Rachel Bilson), amiga (y amor) de la infancia de nuestro protagonista.


Basada en una novela de Steven Gould (experto en la escritura de relatos de ciencia-ficción; varios de sus libros tienen como protagonistas a personas que se teletransportan a voluntad), Jumper no es una película de superhéroes al uso (si es que se puede considerar una película de superhéroes, que tengo mis dudas), ya que la ética del protagonista, quien se gana la vida robando bancos en lugar de haciendo el bien, es más que discutible. Sin embargo, el mayor problema lo encontramos en su casting: bien por la falta de carisma de sus integrantes, con Hayden Christensen (en un papel para el que había seleccionado Tom Sturridge), Anakin Skywalker en La guerra de las galaxias: El ataque de los clones (Star Wars: Attack of the Clones) y La guerra de las galaxias: La venganza de los Sith (Star Wars: Revenge of the Sith), y Rachel Bilson (en un papel otorgado inicialmente a Teresa Palmer), de la serie The O.C., a la cabeza; porque algunos parecen trabajar con el piloto automático, y sí, te miro a ti Samuel L. Jackson; o porque otros están completamente desaprovechados, como son los casos de Diane Lane, vista recientemente como la madre adoptiva de Superman en El hombre de acero (Man of Steel), Batman v. Superman: El amanecer de la justicia (Batman v. Superman: Dawn of Justice) y Liga de la justicia (Justice League), Michael Rooker (Mallrats) y Kristen Stewart, protagonista femenina de la saga Crepúsculo (Twilight). Tampoco ayudan demasiado sus (muy) manidos diálogos.


Pero no todo es malo; en el lado positivo destacarían sus escenarios (y el uso que se da de ellos), la agilidad con que Liman afronta las escenas de acción y su ajustadísimo metraje (¡apenas hora y media!). Y es que resulta completamente innecesario que producciones de este tipo tengan que superar sistemáticamente las dos horas de duración. ¡A ver cuándo lo comprenden algunos (¡hola, Michael Bay!)! De todas maneras, es de justicia señalar que estamos ante un trabajo decididamente intrascendente; una gran oportunidad perdida de crear otra franquicia de éxito; una cinta que disponía de buena parte de los ingredientes necesarios para lograr el éxito (tampoco es que le fuese especialmente mal en taquilla: costó unos 85 millones de dólares y recaudó, a nivel mundial, algo más de 220) pero que no supo combinarlos adecuadamente. Ello hace que el resultado final se (me) antoje de lo más agridulce (más agrio que dulce).

Lo mejor: Su duración y la dignidad con la que se maneja Liman, director de Sr. y Sra. Smith (Mr. & Mrs. Smith), tras las cámaras.

Lo peor: Su mezcla de géneros, su tono infantiloide y, también, sus muchas incongruencias.

Puntuación: 4,5/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario