Título original: Eat, Pray, Love. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género:
Drama, Comedia, Romance. Director: Ryan
Murphy. Guionistas: Ryan Murphy y
Jennifer Salt (adaptando una novela de Elizabeth Gilbert). Intérpretes: Julia Roberts, Javier Bardem, Billy Crudup, James
Franco, Viola Davis, Richard Jenkins, Mike O’Malley.
Me daba un poco de
pereza ver Come, reza, ama
(adaptación del best seller autobiográfico de
Elizabeth Gilbert), ya que las críticas habían sido muy negativas (casi
destructivas); sin embargo, y una vez vista, sólo puedo decir que la dureza con
que ha sido tratada esta película es desproporcionada. Eso sí, hay que tener un
poco de paciencia, porque su primer acto repele a cualquiera. La culpa la
tienen sus personajes, quienes actúan como adolescentes malcriados (algo
acentuado por diálogos que caen con facilidad en lo pueril).
Julia Roberts es la protagonista absoluta y da vida a una mujer que, cansada de
su rutina y falta de estímulos, decide viajar (¡a Italia, la India, Bali e Indonesia!; ¡casi nada!) en busca de algo que ayude a
mitigar su incipiente depresión (bueno, en la película no lo dicen con tanta
franqueza, aunque resulta evidente). Javier Bardem, como interés romántico del
personaje de Roberts, Billy Crudup (Watchmen,
Spotlight),
James Franco (artista multidisciplinar por antonomasia), Viola Davis, protagonista
de la serie Cómo
defender a un asesino (How to Get Away with Murder), y Richard Jenkins (HappyThankYouMorePlease)
completan su heterogéneo reparto.
Quiero dejar claro que la película de Ryan Murphy (Garry Marshall, director de Pretty Woman y amigo de Julia Roberts, rechazó hacerse cargo de la misma), quien volvería a dirigir a Roberts en la muy superior (y muy recomendable) The Normal Heart, no es especialmente notable, tampoco Roberts ofrece aquí una de sus mejores interpretaciones (sin embargo, no me puedo imaginar a otra actriz capaz de llevar con tanta dignidad el peso de una cinta de estas características), pero se ve con agrado y acaba resultando de lo más entretenida si dejamos de lado sus múltiples problemas (la química entre Roberts y Bardem, excesiva duración, algunos diálogos, cierta blandenguería en su discurso).
Lo mejor: Roberts, demostrando por enésima vez que es capaz de llevar todo el peso de una película. Incluso de una tan irregular como la que nos ocupa.
Lo peor: Peca de blanda. Eso y
su duración.
Puntuación: 5,5/10.
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