Título original: Intolerable Cruelty. Año:
2003. País: Estados Unidos. Género: Comedia.
Director: Joel Coen. Guionistas: Joel Coen, Ethan Coen,
Robert Ramsey y Matthew Stone. Intérpretes:
George Clooney, Catherine Zeta-Jones, Billy Bob Thornton, Geoffrey Rush, Paul
Adelstein, Julia Duffy, Richard Jenkins, Edward Herrman, Cedric the
Entertainer, Bruce Campbell, Irwin Keyes.
Un abogado
especializado en divorcios, Miles (George Clooney), y una trepa, Marylin
(Catherine Zeta-Jones), son los personajes protagonistas de esta producción de
los hermanos Coen: producción que se encuentra a medio camino entre la comedia
romántica de enredo y el peculiar mundo de sus creadores (los que hayan visto
otros de sus trabajos lo entenderán a la primera).
Las idas y venidas
de la pareja protagonista, así como su relación de amor-odio son el leitmotiv
de esta comedia; comedia cuyo mayor problema es su indefinición, ya que no
funciona como la clásica comedia de enredo pero, y a pesar de las situaciones
disparatadas o la retahíla de extravagantes personajes, tampoco como típico trabajo
de los Coen. Pero, ¿qué podemos decir de su reparto? Pues, por ejemplo, que
Clooney acaba imponiéndose a todos (a pesar de la buena retahíla de personajes
secundarios), incluida Zeta-Jones. Seguramente sea porque comprende mejor el
tono de la película, realizando una interpretación que roza lo caricaturesco.
Sirva como ejemplo la obsesión de Miles por su dentadura o el buen partido que
el actor saca de ello. Zeta-Jones, por su parte, está más que correcta (resulta
irónico que sea ella la encargada de interpretar a dicho personaje teniendo en
cuenta lo mucho que se habló de su acuerdo matrimonio con Michael Douglas),
pero no termina de encontrar su lugar. Además la química con Clooney no pasa de
correcta.
Por otra parte, los
diálogos resultan reiterativos y nunca nos llevan a ninguna parte (y lo dice
alguien que es muy fan del humor absurdo, ¡ojo!). Donde debería haber comicidad
termina apareciendo el tedio (esa manía de contestar a una pregunta con otra
acaba resultando algo cargante). Todo ello no quita para que estemos ante una
comedia distinta (aprovecho para alabar la labor fotográfica de la película).
Eso sí, no terminará por convencer a los amantes del género (al menos no a los
que adoran el formato más convencional o clásico) ni formará parte de los
títulos más reverenciados de los alabados hermanos Coen.
Lo mejor: Clooney y algunas
escenas como aquella en la que un asesino asmático (Irwin Keyes) forcejea con
el personaje de éste con delirantes resultados.
Lo peor: No atina a la hora de
enfocar el tono que una película de estas características necesita.
Puntuación: 6/10.
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