viernes, 7 de junio de 2019

Anatomía de Grey (Temporada 15)

Título original: Grey’s Anatomy. Años: 2018-2019 (Temporada 15 de Anatomía de Grey). País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia, Romance. Creadora: Shonda Rhimes. Intérpretes: Ellen Pompeo, Justin Chambers, Chandra Wilson, James Pickens Jr., Kevin McKidd, Giacomo Gianniotti, Jesse Williams, Kim Raver, Caterina Scorsone, Kelly McCreary, Camilla Luddington, Jason George, Debbie Allen, Gregg Germann, Chris Carmack, Jake Borelli, Alex Landi, Stefania Spampinato.

Ya es oficial, Anatomía de Grey se ha convertido en la serie médica más longeva de la historia de la televisión. Ya ha superado a la mítica Urgencias (E.R.) y, además, ha sido renovada por otras dos temporadas. Esta decimoquinta entrega continúa explotando la fórmula que la ha llevado a mantenerse tantos años en antena: mezclar casos lacrimógenos y/o estrambóticos con el culebrón alimentado por todas esas relaciones (ya imposibles de contabilizar) que implican a los trabajadores del Grey-Sloan Memorial Hospital (sí, el que más catástrofes, de todo tipo, acumula).

 
Porque lo que prima en esta temporada son las mezcolanzas románticas (¡cuidado, los SPOILERS aparecerán ya mismo!). También otro tipo de relaciones (veremos, por ejemplo, a Jo, el personaje de Camilla Luddington, y uno de los que servidor menos tolera, indagar en su pasado), pero los que no se ven envueltos en dichas tramas (y que tanto nos envician) sufren de otras mucho más monótonas, lo que hace de su paso por esta temporada algo casi testimonial (¿cuánto más piensan desaprovechar a Chandra Wilson?). Así, se forman varios corrillos, entre los que destacan al triángulo amoroso orquestado alrededor de Owen (Kevin McKidd), una recuperada (ya desde la temporada anterior) Teddy (Kim Raver) y una siempre en la cuerda floja Amelia (Caterina Scorsone), pero también el formado por esta última, el ya nombrado Owen o el recién llegado, y amigo de la ya también nombrada Jo, Link (Chris Carmack), una especie de He-Man (y también un muermazo de personaje, las cosas como las siento) que también muestra interés, al menos en un principio, por nuestra antiheroína, una Meredith (imperecedera Ellen Pompeo) cada vez más centrada en el lado luminoso de su personaje (sic). Menos mal que los guionistas tenían guardado un As en la manga, en forma de guapérrimo DeLuca (Giacomo Gianniotti), para ella (sí, dicho emparejamiento me parece de lo más acertado). Pero la cosa no queda ahí, ya que también disponemos del tándem formado por Teddy y un no siempre acertado (más bien todo lo contrario) Koracick (Gregg Germann, inolvidable por su papel de Richard Fish en mi querida Ally McBeal) o el que integran Schmitt (Jake Borelli) y Nico (Alex Landi), la primera pareja de hombres con cierta relevancia en la serie (no, no voy a criticar que hayan tardado tanto; Anatomía de Grey siempre se ha caracterizado, y sigue haciéndolo, por su carácter inclusivo). Y todo ello además de intentar consolidar a una de las parejas más recientes, y controvertidas: la formada por Jackson (Jesse Williams) y Maggie (Kelly McCreary). ¡Casi nada!

 
¿La vida sigue igual? No exactamente. Así como reconozco que la temporada anterior me había mantenido pegadísimo a la pantalla, en esta no me ha ocurrido exactamente lo mismo. El problema: unas tramas, sobre todo las de enredo amoroso, que no me han entusiasmado (a excepción de, y sí lo voy a repetir hasta la saciedad, la que incumbe a Meredith). A su favor: que siga tratando temas de relevancia social, como el maltrato, y/o de plena actualidad, como el consentimiento. La acción se sigue desarrollando con la agilidad prevista (al menos la prevista por los que ya conocemos su dinámica), las tramas siguen jugando malamente con nuestros sentimientos (a veces de manera un tanto torticera), los actores ya realizan su (más que aceptable) tarea casi de manera automática y yo continuo siendo fiel al formato. No está mal para un serie que lleva tantos años emitiéndose, ¿no?

Lo mejor: Sigo enganchado a ella. No como lo estaba al principio de los tiempos, pero si lo suficiente como para que siga siendo de las pocas series (al menos de esas que se emiten de manera convencional) que me gusta llevar al día (bueno, más o menos). También que hayan optado por juntar a Meredith con Andrew DeLuca (y ya no lo remarco más, lo prometo).

Lo peor: La poca capacidad para incorporar en las tramas, al menos de manera interesante, a personajes clásicos de la serie o, así en general, el poco interés que despiertan en servidor la mayoría de enredos románticos vistos en los 25 (uf, ¡cada vez se me hace más cuesta arriba enfrentarse a temporadas tan extensas!) capítulos que componen esta decimoquinta temporada.

Puntuación: 6,5/10.

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