Título original: The Tripper. Año: 2006. País: Estados Unidos. Género: Terror, Comedia. Director: David Arquette. Guionistas: David Arquette y Joe Harris. Intérpretes: Jaime King, David Arquette, Balthazar Getty, Lukas Haas, Courteney Cox, Richmond Arquette, Paz de la Huerta, Ben Gardiner, Josh Hammond, Thomas Jane, Jason Mewes, Brad Hunt, Allen Nelson, Paul Reubens, Wes Craven.
Combinar humor y terror
es una tarea complicada que muy pocos directos (Mel Brooks o Sam
Raimi) han sabido realizar. El actor David Arquette se pasó al otro
lado de la cámara (aunque también actúa en la película) para
realizar esta cinta de sustos y crítica política. Spoiler: lo hace
con cierto desatino.
La trama sigue a un grupo
de jóvenes hippies entre los que destaca la sorprendentemente
puritana Samantha (Jaime King), quien huye de su posesivo y violento
novio, Jimmy (Balthazar Getty). Dicho grupo de jóvenes se dirige, en
una furgoneta que parece sacada de Scooby-Doo, a un festival
de música en el que todos los años se suceden extraños asesinatos…
Así, el guión se presenta sencillo y, en ocasiones, resulta hasta
soso y falto de ironía, del mismo modo que la dirección es
igualmente plana e insustancial. Los actores tampoco destacan en
demasía, siendo mucho más interesante fijarse en quién aparece por
pantalla que en sus interpretaciones. Y es que podemos ver por
pantalla a Lukas Haas, el niño de Único testigo (Witness),
Jason Mewes, amigo y actor fetiche de Kevin Smith, o incluso algún
cameo, como el del director Wes Craven (Scream,
saga co-protagonizada por Arquette).
Puede tener gracia
que el asesino use un disfraz de Ronald Reagan, o que se dedique a
dar caza a los hippies que llegan al lugar, pero es sólo eso, una
gracia momentánea que no es explotada debidamente a lo largo del
metraje. Y es que el argumento acaba siendo redundante y aburrido, no
consiguiendo demasiada fortuna ni como comedia ni como película de
terror. En lo primero por lo anteriormente expuesto; en lo segundo
por sus monótonas persecuciones y por pecar, además, de no dar
demasiadas explicaciones sobre el pasado de los personajes (excepto
Samantha), por lo que empatizar con ellos es tarea imposible. Si a
todo esto sumamos un acabado pobre, parecido al de cualquier Serie B,
pero sin su encanto, tenemos un producto mediocre, muy por debajo de
sus posibilidades.
Lo mejor: La
cantidad de rostros conocidos que, de seguro arrastrados por
Arquette, se dejan caer por pantalla.
Lo peor: Es
bastante sosa. Ni contiene escenas de terror destacables ni su humor
se presenta demasiado acertado.
Puntuación: 2/10.
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