Título original: American Horror Story: Double Feature. Año: 2021 (Temporada 10 de American Horror Story). País: Estados Unidos. Género: Terror, Ciencia-Ficción. Creadores: Ryan Murphy y Brad Falchuk. Intérpretes: Finn Wittrock, Lily Rabe, Frances Conroy, Sarah Paulson, Evan Peters, Ryan Kiera Armstrong, Macaulay Culkin, Leslie Grossman, Adina Porter, Billie Lourd, Cody Fern, Neal McDonough, Kaia Gerber, Nico Greetham, Isaac (Cole) Powell, Rachel Hilson, Rebecca Dayan.
Si
cuando hablé del primer
episodio de esta décima temporada
de American
Horror Story señalaba que, aunque había sido
medio vendida como una temporada en la que parecerían aliens y
sirenas pero ninguno había hecho acto de presencia, ahora puedo
confirmar que los primeros sí hacen acto de presencia. Si bien, lo
que debería empezar señalando es que, tal y como indica su título,
Double Feature, estamos ante una suerte de sesión doble. Sí,
al estilo de las homenajeadas muy dignamente por Robert Rodriguez y
Quentin Tarantino con las cintas Planet
Terror y Death
Proof (estrenadas juntas en Estados Unidos; no
así por estos lares...).
Así, esta Double
Feature se divide en dos partes completamente diferenciadas y
diferenciables. La primera, y que comprende de los capítulos 1 a 6,
nos narra cómo una pareja (formada por los actores Finn Wittrock y
Lily Rabe), así como la hija de ambos (Ryan Kiera Armstrong), se
instala en un pequeño pueblo en el que, y hasta aquí puedo, y debo,
leer, parecen habitar una suerte de vampiros a lo Nosferatu;
la segunda, capítulos 7 a 10, por su parte, nos cuenta una historia
en dos tiempos: pasado (con una historia de aliens de corte clásico,
y clasicista, cuya acción se desarrolla en los años 50; y muy
interesante, me atrevo a resaltar desde ya mismo) y presente (con un
irritante, por malos actores, entre otras cosas, grupúsculo de
jovenzuelos; grupúsculo de jovenzuelos que sufren la “visita” de
algo que no es humano y que...).
La primera bebe
inequivocamente de los escritos de H.P Lovecraft; la segunda, de las
clásicas historias de aliens y, si apuramos y nos centramos en la
trama del pasado, en La invasión de los ladrones de cuerpos
(Invasion of the Body Snatchers) con ramalazos (por aquello de
mezclar sucesos y personajes reales con bien de ficción, dándole la
vuelta a todo ello) a Érase una vez en... Hollywood (Once
Upon a Time in... Hollywood), la película de Tarantino. La primera
acumula tópicos y situaciones poco creíbles; la segunda nos
presenta una parte muy interesante (la del pasado, al menos
incialmente, ya que va de más a menos) y otra poco inspirada y, por
momentos, totalmente olvidable y hasta risible (la del presente,
plana de principio a fin). La primera desaprovecha a buena parte de
su elenco (a Paulson, por ejemplo; no valida la recuperación de
Culkin; lo de Lourd es, básicamente, poco más que un cameo); la
segunda nos presente a un reparto juvenil deficiente. La primera
contiene un último capítulo (el sexto) que termina siendo de lo
peor que nos ha ofrecido American Horror Story; la segunda
contiene un último capítulo (el décimo) que termina siendo de lo
peor que nos ha ofrecido American Horror Story. El tema de los
efectos de maquillaje (muchos de ellos también risibles) mejor lo
dejamos para otra ocasión, por favor y gracias. Y es que estamos
ante una de las temporadas más indefendibles.
Lo mejor: La
primera parte del capítulo 7.
Lo peor: Los
capítulos 6 y 10. De lo peor que nos ha ofrecido American Horror
Story.
Puntuación:
5,5/10.
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