jueves, 7 de octubre de 2021

Un San Valentín de muerte

Título original: Valentine. Año: 2001. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: Jamie Blanks. Guionistas: Donna Powers, Wayne Powers, Gretchen J. Berg y Aaron Harberts (adaptando la novela de Tom Savage). Intérpretes: Denise Richards, David Boreanaz, Marley Shelton, Jessica Capshaw, Katherine Heigl, Jessica Cauffield, Daniel Cosgrove, Hedy Burress. 
 
Un San Valentín de muerte conjuga lo peor de las cintas de terror juvenil nacidas tras el éxito de Scream: un guión de lo más simple (repleto de lugares comunes), unos actores mediocres (y estoy siendo demasiado blando), sustos que se ven venir y un asesino sin carisma (¡pero si lleva una insulsa careta de cupido!).
 
 
 
Entre las protagonistas encontramos a Denise Richards (en un papel pensado para Jennifer Love Hewitt), Jessica Cauffield o Marley Shelton (desde luego la mayoría no fueron elegidas por sus dotes interpretativas, eso está claro), quienes dan vida a un grupo de repelentes jovenzuelas acosadas por un tipo que, por lo visto, fue humillado en el pasado. Y, si bien las interpretaciones dejan mucho que desear (cero sorpresas), al menos resulta divertido reencontrarse con rostros más o menos populares. Recapitulemos: Richards fue chica Bond en El mundo nunca es suficiente (The World Is Not Enough), Shelton ha participado en Planet Terror e incluso en un par de entregas de la mencionada Scream, a Daniel Cosgrove lo vimos tardíamente en Sensación de vivir (Beverly Hills, 90210), a David Boreanaz en Ángel o Bones y a Capshaw y Heigl en la longeva Anatomía de Grey (Grey's Anatomy).
 

 
Lo dicho. Blanks (se rumorea que inicialmente querían a Richard Kelly, ¡de Donnie Darko!, como director), quien ya había dirigido la mucho más entretenida Leyenda urbana (Urban Legend), no parece mostrar demasiado interés ni por la historia (la cual resulta previsible y aburrida; y sí, los diálogos provocan bastante vergüencita) ni por los personajes (con los cuales es imposible simpatizar). Y es que, aunque no metiese mano en el libreto, no hace nada por intentar mejorarlo (¿para qué?, debió pensar). Por fortuna no le fue tan bien en taquilla a esta Un San Valentín de muerte como para iniciar una nueva franquicia. Y lo dice un fan de los cutre slashers, que conste. 
 
Lo mejor: Un reparto poco cumplidor (mal) pero familiar (bien). 
 
Lo peor: Es aburrida y tontísima. ¿Tanto costaba hacer algo mínimamente decente? ¿Tantos guionistas se necesitan para hacer una mediocridad así? 
 
Puntuación: 2,5/10.

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