Título
original: Scream Queens. Año:
2015 (Temporada 1 de Scream Queens). País: Estados
Unidos. Género: Comedia Negra, Terror. Creadores: Ryan
Murphy, Brad Falchuck y Ian Brennan. Intérpretes:
Emma
Roberts, Jamie Lee Curtis, Skyler Samuels, Abigail Breslin, Billie
Lourd, Lea Michele, Niecy Nash, Glen Powell, Diego Boneta, Keke
Palmer, Nasim Pedrad, Oliver Hudson, Ariana Grande, Nick Jonas.
Hace
ya seis años se estrenaba (aquí
mi crítica a su primer capítulo) una de las series más bizarras
del prolífico (sí, debería dejar de usar de una vez por todas
dicho calificativo; y no porque no sea real, sino porque entiendo que
ya cansa leerlo cada vez que decido hablar de él) Ryan Murphy
(American
Horror Story, American
Crime Story): Scream
Queens, una suerte de sátira de uno de
mis subgéneros predilectos, el slasher
juvenil. La misma nos ofrecía, además, a una Emma Roberts
acertadísima (sí, lo borda). Después puede que me extienda en
ello, pero quiero decir desde ya que el papel de la repelente (una
suerte de Heather Chandler de su tiempo) Chanel Oberlin es, a día de
hoy, el más icónico de su carrera (lo siento, Jill Roberts).
Cancelada
prematuramente (ninguna sorpresa, ya su primera temporada obtuvo
números muy discretos cuando no mediocres, para nuestra desgracia) y
convertida por derecho propio (por derecho propio de esta primera
entrega; la segunda, de la que hablaré en otra ocasión, espero, no
estuvo a su nivel, también lo digo desde ya) en serie de culto,
Scream Queens
es una suerte de sátira de, principalmente, y tal y como ya he
indicado un poco más arriba, el slasher
juvenil, con Scream
a la cabeza y teniendo, sin ir más lejos, en su reparto a la
denominada Scream Queen por excelencia, Jamie Lee Curtis (Halloween),
nominada al Globo de Oro (¡sí, en lugar de Roberts!) por esta
primera temporada. Si bien, también incluye guiños a otro tipo de
producciones juvenil predilectas del que esto escribe: desde
Dieciséis velas
(Sixteen Candles) hasta la siempre muy recomendable, no en vano es mi
película favorita (lo sé, también me repito sobremanera cuando
hablo de ella), Escuela
de jóvenes asesinos
(Heathers). También lanza dardos envenenados a figuras de la cultura
pop como Taylor Swift (¡esa fan sorda de la cantante!), pero esa es
otra historia.
El
caso es que la historia gira alrededor de una serie de asesinatos
perpretados en un campus universitario, siendo las principales
victimas de los mismo las integrantes de la más repelentes y
elitistas de las fraternidades femeninas (las Kappa
Kappa Tau, capitaneadas, con mano de
hierro y pluma, por, claro, el personaje de Roberts) y su entorno.
Así, y en un tono a medio camino entra la sátira y la parodia,
vemos cómo las muertes (tanto ridículamente sangrientas,
desmembramientos incluidos, como, en muchas ocasiones, absurdas) se
suceden mientras tratamos de adivinar quién o quiénes están
detrás. Al mismo tiempo se acumulan los chascarrillos (es como si
Murphy y compañía hubiesen sido engullidos por el espíritu de un
lúcido Kevin Williamson) y disfrutamos de la mala baba de Oberlin o
de la tontorrona torpeza de la práctica totalidad de personajes que
la rodean. Y sí, da para cantidad de memes y frases y momentos
memorables. Lástima que se vuelva demasiado conservadora conforme
avanza y nos ofrezca un final mucho más descafeinado (en cuanto a
muertes, por ejemplo) de lo que servidor hubiese deseado. Aparte de
ello, estamos ante un caramelito para los que, como servidor, tenemos
en un pedestal (bueno, más o menos) a algunas de las claras
referencias de esta Scream Queens.
Lo mejor: Sus
guiños, su tono satírico y una Roberts ideal. Sí, en el reparto
tenemos nombres potentes como el de Jamie Lee Curtis, a estrellas del
pop, como Ariana Grande o Nick Jonas, a una muy divertida (y
excesiva, como corresponde) Niecy Nash, a una recuperada Abigail
Breslin, a la que casi le había perdido la pista desde la estupenda
Pequeña Miss Sunshine (Little Miss Sunshine), o a esa
revelación (lo siento, pero en el resto de trabajos de Murphy su
presencia no me ha gustado ni una milésima parte que lo hizo aquí)
llamada Billie Lourd (hija de Carrie Fisher), pero la que brilla por
encima de todos es Roberts, eso es así.
Lo peor: Un
reparto masculino discretito (no importa, las importantes son ellas;
bueno, Skyler Samuels tampoco es que sea una co-protagonista
demasiado reseñable, la verdad) y, por encima de todo, que vaya de
más a menos o, por lo menos, que su desenlace me parezca un tanto
conservador (¡quería una gran matanza, un final más “granguiñolesco”!)
Puntuación: 7/10.
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