Título original: Trust. Año:
1990. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia, Romance. Director: Hal Hartley. Guionista: Hal
Hartley. Intérpretes: Martin Donovan,
Adrienne Shelly, Merritt Nelson, Bill Sage, John MacKay, Matt Malloy, Edie
Falco, Karen Sillas.
Abanderado del cine independiente
de los 90, Hal Hartley nos cuenta en Trust
la historia de dos inadaptados: ella (Adrienne Shelly) es una joven que se ha
quedado embarazada; él (Martin Donovan) un tipo arisco y algo hermético. Ambos
parecen repudiados por una sociedad en la que no tienen cabida y por unos
familiares y conocidos con los que mantienen relaciones más complicadas que
afectivas. Pero, para sorpresa de todos, parecen complementarse entre sí a la
perfección.
He de reconocer que me costó horrores empatizar con la pareja protagonista. Comparto parte de su desencanto (esa especie de lucha contra aquello que mantiene adormecida a la sociedad; sirva como ejemplo la que mantiene él, amante de la lectura, contra la televisión), pero ella se muestra en ocasiones de lo más egoísta (véase su primera aparición en pantalla) y él es un hombre violento. Me sorprende (no tengo muy claro si para bien o para mal) que sus prioridades y caracteres cambien tanto tras enamorarse.
He de reconocer que me costó horrores empatizar con la pareja protagonista. Comparto parte de su desencanto (esa especie de lucha contra aquello que mantiene adormecida a la sociedad; sirva como ejemplo la que mantiene él, amante de la lectura, contra la televisión), pero ella se muestra en ocasiones de lo más egoísta (véase su primera aparición en pantalla) y él es un hombre violento. Me sorprende (no tengo muy claro si para bien o para mal) que sus prioridades y caracteres cambien tanto tras enamorarse.
Lo más destacable del cine
independiente en general, y de los trabajos de Hartley en particular, es esa
visión tan especial del mundo que nos rodea. Eso y los personajes atípicos, la
naturalidad de los intérpretes, los diálogos (la cinta que nos ocupa se hizo con
el premio al mejor guión en el Festival de Sundance) y, claro, su bajísimo
presupuesto. Se suele decir que cuando hay pocos medios es cuando más se usa el
ingenio. Ello sería la mayor virtud de la película: nos brinda lo que trabajos
más convencionales y, por ende, comerciales no son capaces. El director nos
ofrece una mirada a su particular universo, sin ignorar pasajes o acciones de
lo más reprochables (Trust no es una
película de buenos y malos). Ni Hartley ni sus personajes nos dejarán
indiferentes.
Lo mejor: Es una atípica comedia “dramático-romántica”.
Lo peor: Cuesta simpatizar con los personajes.
Puntuación: 6,5/10.
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