A principios de mes se estrenaba
en Estados Unidos, y con éxito (la cinta se encaramaba a lo más alto del box office), la película de El séquito (Entourage), esa serie
producida por Mark Wahlberg que narraba las vicisitudes de un grupo de
aspirantes a actores. Este mismo mes también se daba a conocer que otra popular
serie, Prison Break, volvería a
televisión. Y no será la única, ya que para 2016 se han anunciado otras dos
continuaciones francamente inesperadas, las de Expediente X (The X-Files), trabajo que conoció sendas adaptaciones
cinematográficas y que vuelve (y con ella David Duchovny y Gillian Anderson,
recuperando sus papeles de Mulder y Scully) a la pequeña pantalla (el rodaje ya
ha comenzado) y la mitiquísima Twin
Peaks (de la que sólo se sabe que algunos actores repetirán). Heroes también regresará, en forma de
miniserie y con el título de Heroes Reborn,
pero se desconoce cuánto de continuación habrá en ella (no se espera ni a
Zachary Quinto ni a Hayden Panettiere). No son las primeras series que reaparecen
tras varios años de ausencia (Arrested
Development lo hacía en 2013, tras haber sido cancelada siete años antes, y
24 tuvo su correspondiente secuela
televisiva en forma de miniserie en 2014), ni tampoco las primeras que son
readaptadas a los nuevos tiempos.
Otras muchas regresaron en forma de reboot, intentando repetir la fórmula del éxito. Algunos casos recientes serían los de Melrose Place (2.0, para entendernos) y Sensación de vivir: La nueva generación (90210). Ambas optaron por nuevas historias y nuevos personajes, pero incluyendo guiños a los fans de las teleseries originales (una comenzaba con el misterioso asesinato del personaje de Laura Leighton, uno de los más populares de la noventera Melrose Place; en la otra, la “nueva Sensa”, aparecían brevemente las actrices Jennie Garth, Shannen Doherty y Tori Spelling, apelando así al factor nostalgia). La primera apenas duró una temporada y la segunda, a la que le fue algo mejor, tan sólo cinco (la mitad que su serie madre). Además, de un tiempo a esta parte también se ha hablado del reboot de otra serie de Doherty: Embrujadas (Charmed). El proyecto se encuentra en stand by y hasta las que fueran sus protagonistas (la ya mencionada Doherty y Alyssa Milano) se han mostrado terriblemente escépticas. Ambas coinciden en que sería mejor continuar las mágicas aventuras de las hermanas Halliwell con una película (¡qué listas!). Servidor duda que vayamos a verlas en la gran pantalla, por mucho que hayamos sido testigos de cosas más raras (recordemos que Veronica Mars lo logró gracias al crowdfunding).
A medio camino entre el reboot y la continuación hallamos trabajos como Riley y el mundo (Girl Meets World) o Fuller House. La trama de Riley y el mundo gira alrededor de una niña (Rowan Blanchard), la hija de Cory (Ben Savage) y Topanga (Danielle Fishel), los que fueran protagonistas de Yo y el mundo (Boy Meets World); el reparto de la segunda, aún por estrenar, estará encabezado por las dos hijas mayores de Danny (Bob Saget), el viudo de Padres forzosos (Full House): D.J. (Candace Cameron Bure) y Stephanie (Jodie Sweetin). Ambas narran lo mismo que sus antecesoras, pero actualizándose a los nuevos tiempos y manteniendo a parte del plantel original. En fin, será mejor que nos dejemos de reboots, semi-reboots o continuaciones cinematográficas (o de películas que se pasan a la tele, como es el caso de Scream, que se estrena hoy mismo en la MTV americana) y retomemos el tema principal, porque es de dominio público que Prison Break, la serie que ha dado título a este artículo, volverá a contar con sus dos actores principales, los francamente desaparecidos Wentworth Miller y Dominic Purcell. Y es que estas series que resucitan parecen querer continuar con sus historias allí donde las dejaron. Los fans “de siempre” lo agradecerán. El revival está servido. La pregunta es: ¿lograrán estas series atraer a nuevos seguidores? Y lo más importante: ¿cuándo piensa Joss Whedon recuperar a Buffy (¡vuelve, Sarah Michelle Gellar!) y compañía?
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