Título original: Argo. Año:
2012. País: Estados Unidos. Género: Drama, Intriga. Director: Ben Affleck. Guionista: Chris Terrio (adaptando
parte de la autobiografía de Mendez y artículos que trataron el suceso, como
por ejemplo el escrito por Joshuah Bearman en Wired). Intérpretes: Ben Affleck, Bryan Cranston, John Goodman,
Alan Arkin, Victor Garber, Tate Donovan, Clea DuVall, Chris Messina, Kyle
Chandler, Taylor Schilling, Scoot McNairy, Rory Cochrane, Christopher Denham,
Kerry Bishé, Richard Kind, Michael Parks, Adrienne Barbeau.
Cuando escribí sobre The Town, el segundo largometraje de
Affleck como director, dije que el famoso actor era ya un director a tener en
cuenta. Argo no sólo da validez a
mis palabras, sino que también consolida la labor del protagonista de Pearl Harbor detrás de las cámaras.
Argo se hizo con el Oscar a mejor película. También con el de mejor guión adaptado y mejor montaje. La historia, basada en hechos reales, tiene lugar en los 70, y sus protagonistas son un grupo de diplomáticos estadounidenses que se ven obligados a refugiarse en la embajada canadiense cuando la suya (en Teherán) es asaltada por seguidores del Ayatolá Jomeini que piden la extradición del Sha de Persia. Tony Mendez (Ben Affleck), experto en rescate de rehenes, ideará un arriesgado plan: hacer creer que van a rodar una película de ciencia-ficción y pasar a los diplomáticos por trabajadores del largometraje.
Intensa, pero con (mucho) sentido
del humor, Argo se destapa como un
interesante thriller. Bien narrado, con un reparto de lo más ajustado (Alan
Arkin, se granjeó una nominación a mejor actor de reparto en los premios de la
academia) e impecablemente ambientado. Toda una declaración de intenciones de
un Affleck que se supera con cada nuevo trabajo tras las cámaras. Como
curiosidad señalar que Argo es la cuarta
película en hacerse con el Oscar a mejor película sin haber logrado una
nominación para su director. Las
tres primeras fueron: Alas (Wings),
de William A. Wellman; Gran Hotel
(Grand Hotel), de Edmund Goulding; y Paseando
a Miss Daisy (Driving Miss Daisy), de Bruce Beresford.
Lo mejor: La historia.
Lo peor: Al contar con un reparto tan amplio algunos actores están
un tanto desaprovechados.
Puntuación: 7/10.
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