Un final Made in Hollywood

Título original: Hollywood Ending. Año: 2002. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Director: Woody Allen. Guionista: Woody Allen. Intérpretes: Woody Allen, Téa Leoni, Treat Williams, Debra Messing, Mark Rydell, George Hamilton, Tiffani Thiessen.

Val Waxman (Woody Allen) es un director venido a menos cuyos años de grandeza quedan cada vez más y más lejanos. Por fortuna su ex (Téa Leoni) le rescata del ostracismo ofreciéndole dirigir una nueva película, producida por la nueva pareja de ella (Treat Williams). La presión laboral y sentimental provocará en el director una ceguera temporal, pero ello no será impedimento para que trate de llevar a buen puerto su labor. 

Cine hablando de cine, eso es Un final Made in Hollywood. Si bien, Allen prefiere rendir un pequeño homenaje a la comedia clásica en lugar de crear una ácida sátira sobre Hollywood (que también, pero más dulce de lo esperado; véase, por ejemplo, cuando nuestro protagonista estrena su película y es masacrada en Estados Unidos pero… ¡muy alabada en Francia!). Eso sí, no ayuda mucho un reparto bastante errado: Allen despliega todos y cada uno de sus tics (nada nuevo); Leoni y Williams tienen a su cargo dos de los personajes más serios (y sosos) de la cinta; y Messing, cuyo papel recuerdo ligeramente al de Mira Sorvino en la muy superior Poderosa Afrodita (Mighty Aphrodite), no loga dar con el tono cómico adecuado, al menos no con el que requiere un personaje como el que tiene a su cargo.

La película resulta ser, en última instancia, una comedia agradable, y demuestra que Allen es capaz de reírse de todo, incluso de sí mismo y de su profesión (algo que no es la primera vez que hace). Pero lo que prima es la sensación de que al conjunto le falta chispa. Eso y que la trama está tontamente alargada.

Lo mejor: ¡Sale Kelly Kapowski!

Lo peor: Le falta mala leche.

Puntuación: 5,5/10.