lunes, 26 de marzo de 2018

Rumores y mentiras

Título original: Easy A. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Romance. Director: Will Gluck. Guionista: Bert V. Royal. Intérpretes: Emma Stone, Amanda Bynes, Cam Gigandet, Penn Badgley, Stanley Tucci, Lisa Kudrow, Patricia Clarkson, Thomas Haden Church, Malcolm McDowell, Dan Byrd, Alyson Michalka, Chyna.

Olive (Emma Stone; Birdman, La La Land) es una joven que pasa totalmente desapercibida entre los estudiantes de su instituto, hasta que, un buen día (es un decir), miente afirmando que ha perdido la virginidad. Lo que en principio se presenta como una simple mentirijilla que Olive le cuenta a su amiga Rhiannon (Alyson Michalka) se acaba convirtiendo en la comidilla del lugar, dando lugar a envidias y reticencias de todo tipo. Aprovechando su repentina mala fama, nuestra protagonista hará creer que también se ha acostado con Brandon (Dan Byrd, el hijo de Courteney Cox en Cougar Town), un chico que es acosado por su orientación sexual. Ella se siente bien ayudando a los demás (sobre todo por lo que recibe a cambio: dinerito), pero lo que de verdad ansía es que Todd (Penn Badgley, de la serie Gossip Girl) la vea como algo más que una amiga. Bueno, eso y, llegados a cierto punto, recuperar su preciado anonimato.


Stone llegaba, gracias a trabajos como el que nos ocupa (por el que fue nominada a un Globo de Oro en la categoría de mejor actriz de comedia o musical), pisando fuerte; y se unía, de paso, al selecto grupo de pizpiretas pelirrojas protagonistas de toda suerte de comedias juveniles: desde la Molly Ringwald de La chica de rosa (Pretty in Pink) hasta la Lindsay Lohan de Chicas malas (Mean Girls), pasando por la televisiva Alyson Hannigan, de la sitcom Cómo conocí a vuestra madre (How I Met Your Mother). Stanley Tucci y Patricia Clarkson, como los enrollados progenitores de nuestra protagonista; Lisa Kudrow (la inolvidable Phoebe de la serie Friends), como la consejera del instituto; Thomas Haden Church, nominado al Oscar por Entre copas (Sideways), como el marido de ésta, y profesor de Olive y compañía; el legendario Malcolm McDowell, como el director del centro; y Amanda Bynes (protagonista de su propio programa juvenil para el canal Nickelodeon, titulado The Amanda Show, y carne de la prensa más amarillista por los problemas mentales que arrastra desde hace años), como Marianne, la presidenta del club cristiano de la escuela y archienemiga de Olive, completan el reparto de esta entretenida comedia.


Comedia que me recuerda sobremanera a las míticas películas juveniles de John Hughes; y no sólo porque incluya varios guiños a la obra del director de El club de los cinco (The Breakfast Club), sino por el tono empleado (ayuda que no recurra a socorridas bromas de mal gusto) y por la personalidad de sus personajes: jóvenes con carácter y convicciones; secundarios entrañables, con los hipercomprensivos padres de Olive a la cabeza; y una protagonista femenina, papel para el que audicionó la mismísima Jennifer Lawrence, capaz de llevar la batuta de la cinta con soltura, algo importantísimo, casi esencial, para el buen funcionamiento de la misma (si bien, buena parte del mérito reside en la labor llevada a cabo por Emma; me veo en la obligación de puntualizarlo). También  lanza su mirada a esa moda que, a finales del 90, se impuso en buena parte de las cintas de corte teen: tomar una base clásica y llevarla a su terreno. Lo hizo Alguien como tú (She’s All That) con Pygmalion y Crueles intenciones (Cruel Intentions) con Las amistades peligrosas (Dangerous Liaisons). Rumores y mentiras, por su parte, hizo lo propio con La letra escarlata (The Scarlet Letter), ya que nuestra protagonista aprovecha que en clase están estudiando dicha novela, escrita por Nathaniel Hawthorne (y publicada por primera vez en 1850), para convertirse en una especie de versión siglo XXI de su pobre protagonista, Hester Prynne, una mujer que, en la puritana ciudad de Boston, y en el año 1642, es obligada a portar una A de adúltera en su atuendo (cosa que Olive copia deliberada y agresivamente) tras negarse a revelar la identidad del padre de su hija. Rumores y mentiras recoge lo mejor del cine juvenil de las últimas décadas, manteniendo el tipo con soltura y colocándose tan por encima de la media que hasta le medio perdono su colección de clichés (algunos escondidos bajo la apariencia de homenajes y guiños) y algunos de sus momentáneos problemas narrativos (tiende a desinflarse durante su último arco). La película de Gluck, director de Con derecho a roce (Friends with Benefits), cuenta con las suficientes virtudes como para recomendarla sin pudor a cualquier fan del (sub)género.

Lo mejor: Stone (¡como para no nombrarla con la matraca que he dado!) y un guión que combina el homenaje a las películas juveniles de los 80 y la mala baba de algunas producciones de los 90.

Lo peor: Flojea un poco conforme avanza la historia. Nada demasiado drástico, eso sí. También el antipático personaje de Kudrow.

Puntuación: 6,5/10.

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