Título original: The Breakfast
Club. Año: 1985. País: Estados Unidos. Género: Drama,
Comedia. Director: John Hughes. Guionista: John Hughes. Intérpretes: Judd Nelson, Molly
Ringwald, Emilio Estevez, Ally Sheedy, Anthony Michael Hall, Paul Gleeson, John
Kapelos.
Podemos considerar a El club de
los cinco como una película quintaesencia del cine teen; también es, de seguro, lo siento Todo en un día (Ferris Bueller’s Day
Off), el título más importante que haya firmado/filmado jamás Hughes, todo un
experto en el (sub)género: suyas son películas como La mujer explosiva (Weird Science), Dieciséis velas (Sixteen Candles) o la ya mencionada Todo en un día; también los guiones de
otros títulos destacables como La
chica de rosa (Pretty in Pink), Una
maravilla con clase (Some Kind of Wonderful) o Destinos opuestos (Career Opportunities), una cinta un tanto
irregular pero a la que guardo cierto cariño por haberme descubierto a la
maravillosa Jennifer Connelly (y sí, he decidido no nombrar sus largometrajes
más familiares; lo siento, no me interesan lo más mínimo).
El club de los cinco (que nada tiene
que ver con aquellos libros con los que comparte título; es lo que tiene no
traducir de manera literal) nos presenta a cinco estudiantes muy distintos que
son castigados y tienen que pasar juntos, y encerrados en la biblioteca de su
instituto, todo un sábado. Así, tenemos al rebelde (Judd Nelson, quien se metió
tanto en su papel que a punto estuvo de ser despedido por el propio Hughes,
harto de que éste no parara de incordiar a Ringwall; lo que sí hizo, a Hughes
me refiero, fue, tal y como prometió, no volver a trabajar con él), a la pija
(Molly Ringwall, actriz fetiche del director y protagonista de las ya
mencionadas Dieciséis velas y La chica de rosa; últimamente la hemos
podido ver participando en varios capítulos de la popular teleserie juvenil Riverdale),
el deportista (Emilio Estevez, hermano de Charlie Sheen e hijo de Martin Sheen),
la rara (Ally Sheedy, cuyo personaje no dice ni mu durante los primeros 30
minutos de metraje) y el empollón (Anthony Michael Hall, quien, al igual que
Ringwall, puede ser considerado actor fetiche de Hughes, ya que también
participó en las cintas Dieciséis velas
y La mujer explosiva). Nota rosa:
Ringwald y Hall iniciaron durante el rodaje un conato de romance que, eso sí, no
llegó a cuajar. De ellos ya hemos comentado que trabajaron en distintas
ocasiones con Hughes, pero los demás también vivieron su momento de esplendor
durante los 80: Nelson, fue compañero de Kevin Costner en la road movie ¿Dónde dices que vas? (Fandango) y de buena parte del brat pack (o “hatajo de mocosos”, mote
con el que se etiquetó a estos jóvenes actores) en St. Elmo, punto de encuentro (St. Elmo’s Fire), pero también
protagonizó la telepelícula El club de
los jóvenes millonarios (Billionarie Boys Club), recuperada por Hollywood en
forma de remake (y en la que el actor también participa), se dejó caer por
comedias como Jay
y Bob el silencioso contraatacan (Jay and Silent Bob Strike Back), de
Kevin Smith, y puso su voz al servicio de distintas series de dibujos animados
(de los populares Transformers, por
ejemplo). Estevez ya había participado, antes de embarcarse en el proyecto que
nos ocupa, en cintas como Rebeldes (The
Outsiders), el ambicioso drama juvenil dirigido por Francis Ford Coppola, o Repo Man, aka El recuperador, reconvertida
en cinta de semi-culto y en la que daba vida a un joven que es contratado para
recuperar ilegalmente coches que no han sido pagados y cuya vida se complica el
día que aparece, en el maletero de uno de ellos, algo codiciado por gente con
no muy buenas intenciones; posteriormente coincidiría con Nelson en St. Elmo, punto de encuentro y se
labraría cierta fama como director gracias a trabajos como Bobby.
Sheedy, por su parte, fue la protagonista femenina de las dos entregas de Cortocircuito y acompañó a Matthew
Broderick (prota de Todo en un día)
en la cinta de intriga Juegos de guerra
(WarGames), de John Badham; en 1998 dio vida a una fotógrafa lesbiana que trata
de dar carpetazo a su mala vida, al mismo tiempo que inicia una relación con
una joven (interpretada por Radha Mitchell) que trabaja para una prestigiosa
revista de fotografía, en la película High
Art, y más recientementela hemos podido ver, de manera muy breve (en lo que
podríamos considerar un simple cameo) en X-Men:
Apocalipsis (X-Men: Apocalypse), donde interpretó a una de las
profesoras de Scott Summers, aka
Cíclope. Paul Gleeson, como el subdirector del colegio, y John Kapelos, como el
conserje del mismo, eran los encargados de completar el ajustado reparto de
esta cinta y, por lo tanto, también se merecen ser nombrados (al menos así lo considero).
Convertida en título clave, y película de culto, del cine adolescente, El club de los cinco funciona como más que interesante disección juvenil que nos presenta a toda una selección de personajes con los que resulta casi imposible no empatizar (por mucho que jueguen con los estereotipos; o tal vez gracias a ello). Semejante hazaña se logra exponiendo con claridad (cuasi cristalina) el punto de vista de cada uno de los implicados, mostrando sus motivaciones, debilidades, miedos y miserias (ni la reina de clase lleva una vida de ensueño ni el “macarra” es un rebelde sin causa). Hughes, un experto en la materia (es decir, en retratar a jóvenes tridimensionales; ya lo he dejado claro al principio), se muestra aquí más lúcido que nunca. También ayuda que se rodeara de un más que certero grupo de jóvenes intérpretes perfectamente seleccionados para sus respectivos roles (y eso que en un principio a Ringwald le ofrecieron el papel de Sheedy y Estevez a punto estuvo de hacerse con el de Bender, el personaje de Nelson). El club de los cinco es, en definitiva, esa cinta que todo joven debería visionar (al menos una vez en su vida) y que todo adulto nacido en los 80 (como servidor) de seguro quiere recuperar de vez en cuando. Además, ¿quién es capaz de resistirse a ese himno generacional (que suena al principio y al final de la película) interpretado por Simple Minds y titulado Don`t You (Forget About Me)? Yo no, desde luego.
Lo mejor: Su reparto juvenil y
cómo Hughes dibuja con precisión a cada uno de los personajes principales.
Lo peor: Que sea vista como otra
simple cinta juvenil.
Puntuación: 8/10.
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