Título original: Jawbreaker. Año: 1999. País: Estados Unidos. Género:
Comedia, Comedia Negra. Director: Darren Stein. Guionista: Darren Stein. Intérpretes:
Rose McGowan, Rebecca Gayheart, Julie Benz, Judy Greer, Ethan Erickson, Chad
Christ, Tatyana Ali, Charlotte Ayanna, Jeff Conaway, Carol Kane, Pam Grier,
William Katt, P.J. Soles, Marilyn Manson, The Donnas.
Lo que comienza
como una broma de mal gusto, planear el secuestro de Liz (Charlotte Ayanna), la
chica más popular, bella y bondadosa del instituto, se torna en pesadilla
cuando ésta muere atragantada por el caramelo de dimensiones descomunales que
le han proporcionado sus supuestas amigas (y secuestradoras), en concreto
Courtney (Rose McGowan), especie de líder maligna. La cosa se complica todavía
más cuando Fern (Judy Greer), la más extraña de sus compañeras de clase,
descubre el pastel, lo que obliga a Courtney y Marcie (Julie Benz), otra de las
implicadas (la tercera en discordia, Julie, a la que da vida Rebecca Gayheart,
se desvincula llena de rabia y culpa), a comprar su silencio transformándola en
otra integrante de su particular grupo de chicas guapas y populares.
Caramelo asesino destaca, además de
por ser una especie de versión borderline
de Escuela
de jóvenes asesinos (Heathers), película de culto (infinitamente
superior) con la que comparte muchos puntos en común (pero no su colección de
frases lapidarias y, por tanto, memorables), por contar con un reparto de lo
más resultón. Hagamos un pequeño repaso. A Rose McGowan la hemos visto
últimamente encabezando la cruzada contra los abusos de Hollywood en general, y
del terrible Harvey Weinstein en particular; cinematográficamente hablando la recordamos
por haber participado en películas como Scream
o la delirante Planet
Terror; también por haber sustituido a Shannen Doherty en la serie Embrujadas (Charmed). Rebecca Gayheart participó
en la secuela de la mencionada Scream
(en un papel, el de chica de hermandad, que, eso sí, no daba mucho juego; no
como el de McGowan, cuya escena estelar terminaba con ella atorada en la
trampilla de la cochera…); donde sí tuvo un papel destacado fue en otro slasher juvenil, Leyenda
urbana (Urban Legend), y en la popular teleserie Sensación
de vivir (Beverly Hills, 90210), más por lo que representaba su
personaje que por su duración en la misma (8 capítulos de la quinta temporada).
Julie Benz también es un rostro conocidos gracias a la pequeña pantalla, ya que
ha participado en series como Buffy,
cazavampiros (Buffy the Vampire Slayer) y Ángel
(Angel), repitiendo papel, el de la vampira Darla, Dexter y, más recientemente, Hawai
5.0 (Hawaii Five-0) y Training Day
(basada en la película de mismo título). El resto del reparto lo completan los
siguientes intérpretes: Judy Greer (Elizabethtown,
Jurassic World, Ant-Man),
actriz cuya sola presencia suele irritarme (lo siento, no lo puedo remediar),
como Fern, la chica rara que termina formando parte del grupúsculo de chicas cool; Pam Grier, reina del blaxploitation y rescatada por Tarantino
para su Jackie
Brown, como la detective encargada de investigar el caso de Liz; Carol
Kane, curtida en trabajos catódicos como Taxi
o, más recientemente, Gotham
y Unbreakable Kimmy Schmidt (aunque
también debería indicar que fue nominada al Oscar por el drama romántico Hester Street), como profesora de
nuestras protagonistas; Jeff Conaway (Grease)
como padre del personaje de Benz; Tatyana Ali, la prima pequeña de Will Smith
en la telecomedia El príncipe de Bel-Air
(The Fresh Prince of Bel-Air), como otra de compañera de clase de Courtney y
compañía (sí, la verdad es que su papel no da ni para dos líneas explicativas);
y William Katt (Carrie)
y P.J Soles (Carrie, Halloween) como padres de Liz. El
músico Marilyn Manson, pareja por aquel entonces de McGowan, también aparece de
manera breve.
Pido perdón por
detenerme tanto en el apartado interpretativo, pero hay que tener en cuenta que
en él se haya el punto álgido (sobre todo en una Rose McGowan perfecta en su
papel de Heather Chandler psicópata y más hija de puta que nunca) de una cinta
que, por otra parte, y como indicaba antes, viene a ser una especie de versión
chunga/chusca de la mucho más irreverente (e inteligente) película
protagonizada por Winona Ryder (+ Christian Slater + Shannen Doherty). Y es que
Caramelo asesino, más allá de su
delirante (y por tanto disfrutable) punto de partida, no termina de despuntar.
Podemos culpabilizar a la anodina dirección de Stein (o a su alarmante falta de
personalidad), a su indefinición (combina humor negro, cuasi satírico, con otro
decididamente más cartoon y, para mi
gusto, completamente fuera de lugar) o a un devenir que se antoja repetitivo y
falto de gracia/chispa. Me gustan las películas de institutos (y el humor ácido)
y no voy a negar que el arranque de ésta tiene su aquél, pero pone todos los
huevos (metafóricamente hablando) en una idea ya vista (aprovechándose del
legado de una verdadera peli de culto) sin desarrollarla satisfactoriamente y
rezando para que su solvente reparto obre el milagro. Para mí: insuficiente.
Lo mejor: Rose McGowan.
Lo peor: Tiene su gracia…
durante quince minutos. Tampoco me entusiasma el cacareado cameo que se marca
un Marilyn Manson de semi-incógnito.
Puntuación: 4/10.
Puntuación: 4/10.
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