sábado, 23 de junio de 2018

Roseanne, el revival más polémico de la temporada

El retorno de Roseanne, la famosa sitcom creada y protagonizada por Roseanne Barr (y que se mantuvo en antena durante 9 temporadas; de 1988 a 1997), no nos tomó por sorpresa. No en vano existe, de un tiempo a esta parte, un fenómeno revival que nos ha devuelto series como Las chicas Gilmore (Gilmore Girls), Will & Grace o Expediente X (The X-Files). Lo que ninguno nos imaginábamos es que fuese cancelada habiéndose convertido en uno de los grandes estrenos de la temporada (su primer capítulo superó los 18 millones de telespectadores).

 
Ya durante su estreno muchos se rasgaron las vestiduras al comprobar que Roseanne (la reina de la clase baja; bueno, más o menos), y al igual que Barr en la vida real, se mostraba partidaria de Donald Trump. Ello provocaba, en la serie, que ella y su hermana, Jackie (Laurie Metcalf), dejasen de hablarse. Sin embargo, y ya en la vida real, sucedía algo infinitamente más surrealista: el mismísimo Trump telefoneaba a la actriz para felicitarla por el éxito de su serie. Serie que, al poco de ser estrenada, y tras unos más que excelentes datos de audiencia, era renovada por una nueva temporada. La crítica, por cierto, también fue mayoritariamente (muy) positiva.


Las buenas noticias no tardarían en desvanecerse. ABC, canal que emitía la serie, decidía cancelarla tras un tuit firmado por la propia Roseanne en el que insultaba a Valerie Jarrett, la que fuera asesora de Obama cuando éste era presidente. “Si los Hermanos Musulmanes y El planeta de los simios tuvieran un hijo: vj” (¡!), rezaba el terrible tuit. No era el primer tuit reprobable que la actriz escribía (Barr es famosa, además de por no tener pelos en la lengua, por sus continuos exabruptos), pero fue la gota que colmó el vaso. Poco importó que posteriormente se disculpara. La cadena había tomado ya una decisión y algunos compañeros de la actriz, como Sara Gilbert o Michael Fisher, que interpretaban a dos de sus hijos, afearon su comportamiento, lo que llevo a ésta a protagonizar momentos decididamente confusos (criticándolos primero y mostrando el cariño que por ellos profesaba después). También llegó a culpar de su falta de tacto (sic) a la medicación que estaba tomando. Incluso aseguró que no sabía que Jarrett, de origen iraní, fuese negra (¡!), tratando de invalidar así las acusaciones de racismo. Nada funcionó. Roseanne (la serie, claro) había muerto. Sin embargo, y en un giro de los acontecimientos que ya se veía venir (casi desde que se inició la polémica), ABC ha decidido dar luz verde a The Conners, continuación (spin off, más bien) de esta serie pero sin el personaje de Barr. Esperemos que mantenga el buen nivel.

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