Escuela
de jóvenes asesinos (Heathers) es, como no me
canso de repetir, mi película favorita. Por ello hablo mucho de ella. Y sí,
siempre termino la conversación aseverando que hoy en día, en plena era
post-Columbine, sería imposible que algún estudio diese luz verde a un proyecto
similar (recordemos que la misma tenía como protagonistas a una pareja de
estudiantes, interpretados por Winona Ryder y Christian Slater, que se
dedicaban a liquidar, haciendo que pareciesen suicidios, a sus más terribles
compañeros de escuela; ella lo hacía de forma involuntaria, pero tampoco nos
vamos a poner ahora a detallar toda la trama). El tiempo me ha ido dando la
razón en este último tema: Fox
anunció, el ya algo lejano 2009, sus intención de adaptar esta película de
culto en forma de serie. El proyecto no prosperó. Tampoco lo hizo el que, años
más tarde, trató de sacar adelante el canal Bravo (y que iba a ser una secuela). Tuvimos que esperar hasta 2016
para que otro canal, en este caso TV
Land (propiedad de Viacom),
decidiera dar luz verde a una serie basada en tan reverenciada película,
apostando tan fuerte por ella como para decidir cambiarla de canal, del más o
menos minoritario TV Land (en el que
se emiten series como Younger, emblema
del mismo y en la que participan Hilary Duff, Debi Mazar y Nico Tortorella), a
uno de semi-nueva creación: Paramount
Network, nacido a partir del ya extinto Spike TV.
Heathers (la serie) debía
estrenarse en Paramount Network el
pasado 7 de marzo, pero no lo hizo (a España nos iba a llegar el 8 de marzo, 1
día después de desembarcar en Estados Unidos, de la mano de HBO, pero tras su primer aplazamiento no
se ha vuelto a saber nada del tema). El canal (Paramount Network) pospuso (el 28 de febrero) su emisión a causa de
la tragedia ocurrida en Parkland (Florida), donde 17 estudiantes fueron
asesinados por uno de sus compañeros. Eso sí, el episodio piloto fue subido a
distintas plataformas días antes, despertando las iras de aquellos que vieron como
todo un ataque el que se decidiera transformar a las tres Heathers
(interpretadas en la película por Shannen Doherty, Kim Walker y Lissane Falk), villanas
(por mucho que el creador de esta serie, Jason Micallef, no lo vea así) del
título original, en miembros de distintas minorías (no voy a entrar nuevamente
en ese debate; ya lo hice, por si alguien quiere leerlo, cuando hablé de dicho
primer capítulo; se puede leer aquí).
Tras muchas semanas de espera, el canal decidió reubicar la serie y le concedió
una nueva fecha de estreno, el 10 de julio. Pero la semana pasada anunciaban lo
que muchos ya veíamos venir: decidían no emitir la serie, ni en Paramount Network ni en ningún otro medio
de la compañía Viacom. Eso sí, abrían
las puertas a su venta, afirmando que era un producto en el que seguían
confiando (sic).
“Ésta es una serie
de institutos, lo volamos por los aires, hay armas en el instituto, es una
sátira y hay momentos en que los profesores tienen armas. Toca muchos temas
controvertidos. Esta empresa no puede defender los dos lados de la discusión,
diciendo que el movimiento juvenil (surgido a partir de los acontecimientos en
Parkland) es importante para nosotros, y hemos hecho todas esas cosas
estupendas para apoyarlo, y, al mismo tiempo, emitiendo una serie con la que no
estamos cómodos”, indicaba Keith Cox, jefe de desarrollo y producción de Paramount Network. También señalaba que
no querían venderla a cualquier precio, sino a alguien que se comprometiese a
ofrecer continuidad a la misma (unas cinco o seis temporadas, por lo menos),
asegurando, además, que el guión de una posible segunda entrega (recordemos que
la serie estaba planeada en forma de antología, a lo American
Horror Story, en la que cada temporada es independiente) estaba prácticamente
terminado (y que la acción de la misma se desarrollaba en la corte de María
Antonieta; ¡alucinante!; ¡lástima que nunca lo vayamos a ver!). Netflix, una de las posibles
compradoras (así lo señaló Cox), ya ha dejado caer que no está muy interesada. Bastantes
quebraderos de cabeza le debe estar dando Por
13 razones (13 Reasons Why), serie juvenil producida por Paramount (y su doble vara de medir; al
menos Heathers se presenta, al igual
que la cinta original, como una sátira y no como un drama más o menos realista),
que ha sido acusada de glamourizar el suicidio y cuya segunda temporada ha sido
destrozada por la crítica (acusan a la serie de haber perdido su razón de ser
con una nueva entrega que no venía a cuenta; y razón no les falta). Pero ello
no ha impedido que haya sido renovada por una tercera temporada esta misma
semana. El futuro de Heathers (la
serie) no se presenta tan esperanzador (más bien todo lo contrario). La
pregunta (sin respuesta) que me hago es: ¿se estrenará algún día o acabará
convertida en una especie de título maldito que sólo unos pocos (los creadores
y esos críticos que tuvieron acceso a los primero cuatro o cinco capítulos) han
podido ver? El tiempo dirá…
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