No lo llames amor… llámalo X

Título original: No lo llames amor… llámalo X. Año: 2011. País: España. Género: Comedia. Director: Oriol Capel. Guionistas: Oriol Capel, David S. Olivas, Antonio Sánchez y Nacho G. Velilla. Intérpretes: Paco León, Kira Miró, Mariano Peña, Julián López, Javier Gutiérrez, Sophie Evans, Ana Polvorosa, Adriana Ozores, Eduardo Gómez, Javier Mora, Sergio Pineda.

Los detractores del cine español se quejan de que éste siempre hable de los mismos temas: películas de posguerra o comedias casposas (con chistes tipo caca, culo, pedo, pis). Pues bien, este trabajo parece realizado, única y exclusivamente, con la intención de darles la razón a dichas personas. Y es que su trama gira en torno al rodaje de una ambiciosa película pornográfica (es decir, su hilo conductor es una simple excusa para que por pantalla desfilen tetas y el humor más chusco y rancio) con la Guerra Civil como telón de fondo (¿?). Su título (el de la peli porno, claro): El alzamiento nacional (sic).

No lo llames amor… llámalo X (título que me trae a la mente el de otra película española de temática cómica/romántica/picantona: ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?) es el debut en la dirección de largometrajes de Oriol Capel, guionista de series como 7 vidas o Aída (creadas por Nacho G. Velilla, quien aquí aparece acreditado como productor y guionista), por ello no debería extrañarnos que varios de los actores vistos en esta última (Paco León, Mariano Peña, Ana Polvorosa) gocen de papeles destacados aquí. Lástima que el humor destilado en ambas series (series que, debo aclarar, no son precisamente santo de mi devoción) no haga acto de presencia aquí. Y es que No lo llames amor… llámalo X cuenta con un guión que parece escrito por un adolescente salidillo (¿de verdad hicieron falta hasta cuatro guionistas para escribir esto?). Eso por no hablar de su acabado televisivo (en el peor sentido de la expresión). Ni siquiera su llamativo plantel de actores puede hacer gran cosa por sacar adelante un proyecto que se antoja anticuado, aburrido e innecesario.

Lo mejor: No sabría qué decir. ¿Su cartel? Bueno, sí, los actores, por mucho que ninguno sobresalga por su labor en tan desangelada/desafortunada comedia.

Lo peor: Su nula comicidad. También que, durante el último acto, cambie su tono gamberro/guarrillo por otro más romántico/dramático (algo que carece de sentido y que no cuadra, de ninguna manera, con sus intenciones iniciales).

Puntuación: 2/10.