lunes, 4 de junio de 2018

Con derecho a roce

Título original: Friends with Benefits. Año: 2011. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Romance. Director: Will Gluck. Guionistas: Keith Merryman, David A. Newman y Will Gluck. Intérpretes: Mila Kunis, Justin Timberlake, Patricia Clarkson, Jenna Elfman, Andy Samberg, Richard Jenkins, Woody Harrelson, Nolan Gould, Emma Stone, Masi Oka, Rashida Jones (no acreditada), Jason Segel (no acreditado).

Cada género cinematográfico tiene su función. Al cine histórico le pido que sea veraz y didáctico; al de acción que esté repleto de escenas adrenalíticas; al melodrama que me emocione; a la comedia que me divierta y haga reír. Pues bien, Con derecho a roce es una comedia romántica que cumple con su cometido, ya que resulta de lo más entretenida aun contándonos una historia ciertamente manida.


Su argumento no puede ser más sencillo: chico (el cantante, y actor ocasional, Justin Timberlake) y chica (Mila Kunis) inician una bonita amistad que desemboca en otra en la que el sexo sin compromiso está más que presente (es decir, pasan de ser amigos a ser “follamigos”, palabreja que hace unos años, más o menos cuando se estrenó la comedia que nos ocupa, se puso muy de moda). El caso es que todo parece ir bien hasta que, llegados a cierto punto, comienzan a replantearse hacia dónde los dirige su relación y esos sentimientos que, con el tiempo y el roce (¡oh, sorpresa!), han empezado a aflorar. El director de esta comedia romántica un tanto picarona es Will Gluck, director de la igualmente interesante Rumores y mentiras (Easy A), película en la que Patricia Clarkson y Emma Stone, actrices que también aparecen en ésta (la primera como progenitora del personaje de Kunis; la segunda realizando un cameo de lujo), daban vida a madre e hija respectivamente.


Como decía al principio, Con derecho a roce no nos depara grandes sorpresas (es menos dulce que otras cintas pertenecientes al género, aunque tampoco es esa cinta picantona/cachondona que nos vendieron en su día), pero es tan entretenida, y tan estupenda su pareja protagonista (no sólo están ideales en sus respectivos roles, sino que, además, su química logra traspasar la pantalla), que me resulta imposible no perdonarle su obviedad o su colección de clichés. También me gustaría destacar su banda sonora (la cual incluye canciones de, entre otros, Janelle Monáe, Semisonic, Bruno Mars y Foster the People) y la breve participación de Woody Harrelson, quien interpreta a un periodista deportivo gay. Atención a los dos flashmobs (acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente; al menos así lo definen en la Wikipedia y yo no me veo capacitado a hacerlo mejor; lo que sí puedo hacer es señalar lo obvio: fue una moda que caló fuerte durante un breve espacio de tiempo y de la que hoy día casi nadie se acuerda) que tienen lugar a lo largo de la película (no es que sean fundamentales para su buen funcionamiento, pero sí para el devenir de los acontecimientos; además, no dejan de tener su gracia). Con derecho a roce es, en definitiva, una buena opción para pasar el rato sin muchos quebraderos de cabeza.

Lo mejor: Su pareja protagonista.

Lo peor: Su acumulación de tópicos y lugares comunes. Es decir, que sea más de lo mismo pero con distinto envoltorio.

Puntuación: 6/10.

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