viernes, 26 de marzo de 2021

Viviendo sin límites

Título original: Go. Año: 1999. País: Estados Unidos. Género: Comedia Negra, Intriga. Director: Doug Liman. Guionista: John August. Intérpretes: Sarah Polley, Katie Holmes, Jay Mohr, Scott Wolf, Desmond Askew, Taye Diggs, J.E. Freeman, Breckin Meyer, Timothy Olyphant, William Fichtner, Nathan Bexton, Jane Krakowski, James Duval, Melissa McCarthy.

Viviendo sin límites (¿tanto costaba haber dejado el título original?) es una muy recomendable película. Sus protagonistas son un grupo de jóvenes con problemas, como Ronna (Sarah Polley), una chica que necesita dinero urgentemente, Simon (Desmond Askew), un compañero de ésta que quiere viajar a Las Vegas, o Adam (Scott Wolf) y Zack (Jay Mohr), un par de actores que se ven obligados a colaborar con un policía muy poco ortodoxo (William Fichtner).

 
Doug Liman, quien posteriormente dirigiría las (muy) inferiores Jumper y Sr. y Sra. Smith (Mr. & Mrs. Smith), cambiaba de tercio (anteriormente había llamado la atención del núcleo indie gracias a Swingers) y nos ofrecía esta película coral protagonizada por varios rostros juveniles de finales de los 90: Sarah Polley (primero musa de Atom Egoyan y después de Isabel Coixet) Katie Holmes, en alza por aquel entonces gracias a la serie Dawson crece (Dawson's Creek), o Scott Wolf, el que fuera (junto a Neve Campbell o Matthew Fox) uno de los protagonistas del drama televisivo Cinco en familia (Party of Five)... También se dejan caer por pantalla Melissa McCarthy (mucho antes de despuntar e incluso ser nominada al Oscar), Jane Krakowski (Ally McBeal) o el tándem James Duval-Nathan Bexton (Nowhere). 


Fresca, divertida y con mucho ritmo, Viviendo sin límites es un trabajo que no mereció pasar sin pena ni gloria por las carteleras de medio mundo. Porque esta versión juvenil y colorida de Pulp Fiction (con muchos personajes, historias cruzadas y situaciones al límite) fue para mí una de las grandes sorpresas de su año, gracias, entre otras cosas, a su adictiva trama, a su eficaz reparto (prácticamente un quién es quién del Hollywood juvenil de la época) y al ingenio de su director (lástima que su talento se haya ido desinflando poco a poco). Y sí, New, la canción de No Doubt que suena en la cinta, es lo más.

Lo mejor: La labor de Liman, los actores, la banda sonora…

Lo peor: El tonto título que se le puso por estos lares.

Puntuación: 7/10.

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